Los hechos violentos registrados en Michoacán el fin de semana pasado, son producto de las disputas entre los grupos de autodefensa que pretenden expandirse y el crimen organizado que pretende conservar sus espacios, reconoció el secretario de Gobierno de la entidad, Jesús Reyna.
En entrevista, dijo que las hostilidades en Parácuaro y Apatzingán las escenifican "los que pretenden llegar a esos lugares y los que ya están ahí", por lo que las autoridades reforzarán sus operativos de seguridad pública.
Entre sábado y domingo se produjeron en Michoacán la toma de Parácuaro, por parte de grupos de autodefensa, la quema de camiones, el bloqueo del tramo carretero Cuatro Caminos-Apatzingán y una emboscada que cobró la vida de dos soldados y dejó heridos a otros tres militares.
El secretario de Gobierno, admitió que hasta la mañana de ayer la administración de Fausto Vallejo, carecía de información precisa sobre los móviles y circunstancias de esos eventos, así como del accidente de una avioneta en que perdió la vida un civil y resultaron lesionadas otras cuatro personas, entre ellas el médico José Manuel Mireles, líder de las autodefensas de Tepalcatepec, debido a que la PGR atrajo el caso.
Insistió en que no ha fracasado la estrategia de seguridad que impulsan la Federación y el gobierno de Michoacán, y reiteró que en el caso de La Huacana los civiles que se movilizan no pertenecen a los grupos de Tepalcatepec y Buenavista Tomatlán, sino que son figuras locales que tienen objetivos distintos a los anteriores.