Centenares de habitantes de la región purépecha, exigieron justicia tras la masacre de once habitantes de la comunidad de Tarecuato, Michoacán.
En el atrio de la Iglesia del pueblo, se congregaron familiares y amigos de las víctimas, quienes pidieron el apoyo del gobierno para que el multihomicidio no quede impune.
Los once ataúdes fueron alineados, rodeados de flores y de globos blancos, durante el último adiós que les brindó el pueblo a sus vecinos.
Habitantes de Tarecuato manifestaron que los fallecidos eran gente trabajadora y de bien. Además, señalaron que no tenían vínculos con el crimen organizado.
Con música tradicional purépecha y cohetes, fue enmarcada la ceremonia religiosa que se caracterizó por el repudio en contra de los grupos delictivos que operan en la región de Tangamandapio.
Minutos antes de los funerales, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla dijo que los once fallecidos, entre ellos seis menores de edad, ingresaron a un territorio del crimen organizado por lo que fueron ejecutados.
Desde Morelia, Ramírez Bedolla envió condolencias a los familiares de las víctimas y en general al pueblo de Tarecuato por la masacre acontecida el pasado lunes.
Mientras tanto, la Fiscalía de Michoacán continúa las investigaciones para deslindar responsabilidades sobre el multihomicidio que ha conmocionado a la sociedad michoacana.
MJVR