En la Comarca Lagunera, la última noche del año se define por el aroma que sale de la cocina o del asador. No hay menús rebuscados ni discursos largos: se cocina lo que gusta, lo que alcanza y lo que identifica a la región.
Entre el frío seco de diciembre y el ambiente familiar, estos son los platillos que dominan la cena de Año Nuevo en Torreón, Gómez Palacio y Lerdo.
Pierna de cerdo adobada, la consentida de la mesa
La pierna horneada mantiene su lugar como una de las más preparadas. Se adoba con chile ancho, guajillo y especias, se hornea por horas y se sirve en rebanadas generosas. Rinde, se recalienta bien y no falla para grupos grandes.
Pavo relleno, la tradición que se extiende
Aunque su protagonismo es navideño, el pavo sigue apareciendo en Año Nuevo. En la Laguna se prepara relleno de carne, frutos secos o pan, acompañado de gravy espeso, puré y ensalada de manzana.
Discada norteña, cena de convivencia
La discada es sinónimo de reunión amplia. Se cocina afuera, con chamarra y gorro, mezclando carnes, embutidos y verduras. Es una cena práctica, informal y del norte, ideal para recibir el año entre plática y risas.
Asado de puerco rojo, sabor heredado
El asado rojo mantiene vigencia en muchas familias. Picante moderado, color intenso y sabor casero. Se sirve con arroz, frijoles y tortillas de harina, recordando recetas de abuela y cocina de rancho.
Cortadillo de res, sencillo y rendidor
El cortadillo sigue siendo una opción confiable. Cubos de carne en salsa de tomate con chile, fácil de preparar con anticipación y perfecto para servir sin complicaciones.
Pozole rojo para después de las campanadas
En muchas casas no es la cena principal, sino el plato de la madrugada. Caliente, abundante y bien servido, el pozole ayuda a combatir el frío lagunero y a cerrar la noche.
Lomo de cerdo en salsa dulce, el toque actual
El lomo en salsa de ciruela o tamarindo gana terreno. Ofrece un contraste dulce-salado que agrada sin alejarse del gusto regional, acompañado de puré o verduras al vapor.
Carne asada, sello lagunero
No puede faltar. Para muchos laguneros, no hay mejor forma de recibir el Año Nuevo que con carne asada al carbón. Arrachera, diezmillo o rib eye, acompañados de tortillas, salsa molcajeteada y cebollitas. Es identidad pura de la región.
Así, entre humo de asador, platos abundantes y brindis sencillos, la Laguna despide el año: directo, sin rodeos y con la mesa como punto de encuentro.
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