Un grupo de ex empleados de la Secretaría de Bienestar Social del gobierno federal ‘clausuraron’ dichas oficinas en Baja California, lo que obligó a que el servicio se preste en la vía pública.
Los inconformes colocaron candados a las puertas de acceso, lo que impidió el acceso de los trabajadores.
Ante la llegada de beneficiarios o solicitantes de apoyos, los empleados instalaron mesas y sillas que les entregó el guardia de seguridad del inmueble ubicado en Zona Río.
“Esto lo estamos haciendo por justicia. ¡Basta de corrupción dentro de la Secretaría de Bienestar”, denunció el ex empleado Germán Barajas.
Lo despidieron en represalia, acusó, por denunciar la venta, uso y distribución de documentos apócrifos entre ciertos empleados.
“Incluso hay una lista del clan de Gilberto Herrera que operan a su nombre a lo largo y ancho de la Secretaría como si fueran dueños”, así lo expuso.
Adriana Medina Soto, servidora de la Nación de la Secretaría del Bienestar, negó que eso sea cierto y acusó a los inconformes de no trabajar, pero si cobrar su sueldo e incluso de ser ‘aviadores’.
“Tenían retardos, pedían incapacidades cuando en realidad no estaban enfermos”, expuso.
A las oficinas de Bienestar, recordó, “llegaban con muletas, llegaban rengueando, salían de aquí y llegaban al otro trabajo y llegaban normalmente trabajando”.
“¿Qué era lo que hacían aquí?. Sacar el dinero, el salario de aquí sin trabajarlo e iban a otro trabajo y se presentaban a laborar”, evidenció.
Después de más de seis horas, los mismos empleados inconformes reabrieron las puertas tras cortar las cadenas colocadas por los ex servidores públicos.
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