Casi un centenar de habitantes, comisarios de cuatro comunidades, transportistas y policías comunitarios, reprocharon a mandos del Ejército que hayan impedido transitar a integrantes de la UPOEG, armados entre los pueblos en Acapulco.
Acusaron que, debido a la exigencia del personal del Ejército de negarles que porten armas, esta mañana, el coordinador de la UPOEG Eusebio Severiano y un policía, fueron asesinados en Barra Vieja.
“Nosotros, a lo que venimos es a querer pasar con nuestras armas al pueblo de Lomas (de Chapultepec) y de San Andrés. Nosotros no podemos andar sin armas, ya ven lo que nos pasó ahorita por respetarles la orden a ustedes.
“Lo que les queremos pedir es que nos permitan pasar con las armas, y les vamos a pedir que se retiren del pueblo”, exigió uno de los integrantes de la Policía Comunitaria de la UPOEG.
De acuerdo con lo informado en la mesa de diálogo de comisarios municipales y ejidales de las comunidades de San Andrés Playa Encantada, El Podrido, Lomas de Chapultepec, y Barra Vieja, desde hace ocho años se habían acabado los robos y otros delitos en esas localidades.
Desde hace un mes, soldados del Ejército mantienen filtros de seguridad en la carretera federal, en la cual no se les permite a los integrantes de la UPOEG, transitar con armas, por lo que sentenciaron “o permiten o se retiren de la zona”, dijo tajante uno de los líderes.
La exigencia del retiro del personal militar surgió luego de la emboscada que sufrieron los integrantes de la UPOEG en pleno corazón de Barra Vieja que dejó dos muertos, entre los que está el comandante Eusébio Severiano Rodríguez, un Policía de la Comunitaria y tres lesionados.
Al filo de las 14:00 horas, hasta el retén de los militares, llegaron casi un centenar de policías comunitarios, taxistas de la ruta Lomas de Chapultepec, pobladores y los comisarios de los cuatro poblados.
El retén militar está ubicado a unos 50 metros del puente de Barra Vieja, ahí los quejosos, llegaron y exigieron hablar con el mayor de infantería Gabriel Parraguirre Espinoza para plantearle la salida de los militares.
Antes, se informó que en una emboscada fueron asesinados dos integrantes de la UPOEG y tres más lesionados, a inmediaciones del poblado de Barra Vieja, en la zona oriente del puerto de Acapulco.
Entre las víctimas mortales se encuentra el coordinador de la UPOEG, Eusébio Severiano Rodríguez, un policía comunitario, y tres más heridos por disparos de fusiles AR-15, y AK-47.
La agresión armada ocurrió a las 09:30 horas, en la carretera Acapulco-Las Lomas, en el tramo de Barra Vieja, cuando un comando chocó la unidad en que viajaba el coordinador de la UPOEG, y en seguida atacaron al comandante y sus acompañantes quienes iban sin armas.
Los cuerpos del mando de la UPOEG, y el policía asesinado fueron levantados por sus compañeros y trasladados a sus domicilios en taxis, sin que haya intervenido ninguna autoridad.
Incluso la escena del crimen fue limpiada por habitantes de la zona y hasta efectivos de la Policía Estatal, levantaron los indicios balísticos.
De la emboscada, en el asfalto quedaron pedazos de plástico, casquillos percutidos, aceite de un vehículo y manchas de sangre, como evidencia del ataque armado.
Los lesionados por el choque y los disparos fueron trasladados a una clínica particular por los mismos Policías Comunitarios de la UPOEG, porque a la zona no llegó ninguna instancia de gobierno.
En la sede de la jefatura de la Policía Comunitaria de la UPOEG, estaba la camioneta, marca Ford, color azul, con al menos unos 27 impactos de bala en parabrisas y medallón.
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