Con su cuerpo completamente plateado, llega al crucero del Bulevar Hidalgo y Libramiento las Americas, a la salida de la ciudad de San Pedro, Coahuila.
Su asistente le enciende las antorchas para que de inició el show al encender el semáforo la luz roja.
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Frente a los vehículos que circulan tanto de oriente a poniente como de poniente a oriente, se concentra para realizar con precisión sus juegos de malabares.
Una antorcha por un lado, otra para el otro, y unas flotando en las alturas, sin que su fuego se apague, todas van a parar a sus manos, mientras que los rayos del sol, hacen brillar su cuerpo plateado.
Al término de su acto, hace reverencia a su público y pasa antes de que el semáforo se ponga en verde, para recoger el apoyo que le puedan dar los automovilistas.
Es el hombre de plata, un artista callejero que domina al cien por ciento el arte del malabarismo. No dice su nombre, prefiere quedar en el anonimato, pero se le puede apreciar un acento poco común para los sampetrinos.
Su oficio sostiene su economía
Dice que está de paso, pero tiene días establecido en la ciudad de San Pedro, Coahuila, dónde menciona, hay gente amable y caritativa, además de que saben apreciar su arte, que realiza con pasión, ya que
es con lo que sostiene su economía.
Son varios los artistas callejeros los que a diario se pueden ver en los cruceros de San Pedro, Coahuila, personas que salen a buscar el sustento individual y el de sus familias, el Hombre de Plata, es uno de ellos.
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dahh.
