Desde su aparición en la novela de Bram Stoker en 1897, el conde Drácula ha sido una figura recurrente en el cine, la televisión y el teatro.
El vampiro más famoso de la historia ha sido interpretado por decenas de actores, cada uno aportando una nueva dimensión al personaje que encarna el misterio, el miedo y la seducción. Aquí en MILENIO recopilamos es una revisión de los actores más icónicos que han dado vida a Drácula, marcando generaciones con sus interpretaciones.

Bela Lugosi: el rostro clásico del terror (1931)
La imagen más reconocible del Conde Drácula durante gran parte del siglo XX tiene el rostro de Bela Lugosi, actor húngaro que interpretó al personaje en la adaptación de Drácula dirigida por Tod Browning en 1931.
Con su acento marcado, su mirada penetrante y su capa elegante, Lugosi no solo dio vida al vampiro, sino que definió su estética durante décadas.
Aunque el actor quedó encasillado en papeles de terror, su interpretación tuvo un impacto cultural duradero. La cinta de Universal Pictures fue pionera en el cine sonoro de horror y consolidó al vampiro como figura central en la cultura popular.
Christopher Lee: el Drácula más temido (1958)
Dos décadas más tarde, el actor británico Christopher Lee revitalizó al personaje con una interpretación más violenta, erótica y visceral.
En total, Lee interpretó a Drácula en nueve películas producidas por Hammer Films, comenzando con 'Horror of Dracula' en 1958. Su versión abandonó la sofisticación teatral de Lugosi para mostrar un ser más monstruoso y sediento de sangre.
Lee apenas pronunciaba líneas de diálogo en algunas entregas, pero su presencia física imponente y su mirada intimidante bastaban para dominar la pantalla.
Su Drácula influyó profundamente en el cine gótico europeo y en las representaciones modernas del vampiro como figura oscura y sexualizada.
Frank Langella: el vampiro romántico (1979)
En una época de transición cinematográfica, Frank Langella ofreció una versión más romántica y seductora del conde en la película Dracula de 1979, dirigida por John Badham. Proveniente del teatro, Langella ya había interpretado al personaje en Broadway antes de llevarlo al cine.
Su Drácula era elegante, carismático y emocionalmente complejo, en un enfoque más cercano al de un antihéroe que al de un monstruo. La actuación de Langella anticipó la visión del vampiro como figura trágica, que después se vería en obras como Entrevista con el vampiro y Crepúsculo.

Gary Oldman: el Drácula más humano y estilizado (1992)
Para muchos, la interpretación más completa del personaje fue la realizada por Gary Oldman en 'Bram Stoker’s Dracula' (1992), dirigida por Francis Ford Coppola.
La película fue fiel a la novela original y presentó un Drácula profundamente humano, atrapado por el amor perdido y transformado en criatura de la noche por desesperación.
Oldman logró transmitir tanto la monstruosidad como la vulnerabilidad del personaje. Su actuación estuvo acompañada por un diseño visual excepcional, una banda sonora inolvidable y un reparto estelar que incluía a Winona Ryder, Anthony Hopkins y Keanu Reeves. Su interpretación consolidó al personaje como una figura compleja, romántica y sobrenatural.
Luke Evans: el Drácula guerrero (2014)
En 'Drácula: la historia jamás contada' (2014), el actor galés Luke Evans ofreció una versión heroica y trágica del personaje, en una historia que mezcla fantasía épica con elementos históricos. Su Vlad Tepes es un príncipe valiente que se transforma en vampiro para proteger a su familia y su reino.
Aunque la película no fue un éxito rotundo en taquilla ni en crítica, marcó un intento por modernizar la figura de Drácula dentro del género de acción y fantasía, y establecer un universo cinematográfico de monstruos para Universal Pictures.
Claes Bang: Drácula en la era contemporánea (2020)
La miniserie 'Drácula' (2020), coproducida por la BBC y Netflix, presentó una versión moderna e irreverente del personaje, interpretado por el actor danés Claes Bang.
Escrita por Mark Gatiss y Steven Moffat, esta versión fusiona elementos clásicos con toques de humor negro y una narrativa fragmentada que lleva al conde desde el siglo XIX hasta el presente.
Bang ofreció una actuación carismática, elegante y profundamente irónica, que reinterpreta los mitos tradicionales del vampirismo con una mirada actual sobre la inmortalidad, el miedo a la muerte y el poder.
Drácula ha sido interpretado por decenas de actores más, desde Max Schreck en el expresionista Nosferatu, hasta Nicolas Cage en la comedia Renfield. Cada generación reinventa al vampiro según sus temores, deseos y estéticas.