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Selena vive: la Generación Z la convierte en santa digital, musa y refugio emocional

Treinta años después de su muerte, y a punto de volver en Netflix, Selena renace en los teléfonos de jóvenes que buscan lo que el algoritmo no da: fuerza, consuelo y autenticidad.

DOMINGA.– Tenía seis años cuando YouTube le sugirió el concierto de Selena Quintanilla de 1995 en el Astrodome de Houston, la última presentación mediática de la reina del tex-mex. Escuchó por primera vez “Como la flor”, desde su casa en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y su vida cimbró por la energía con la que se entregaba al público con su icónico jumpsuit morado que ella misma diseñó.

Alex Hurtado supo que cantar transmite emociones y que Selena era capaz de irradiar sentimientos en cada estrofa. Se aferró a saber todo de ella. Internet hizo lo suyo y le dio todas las respuestas. Ahora de 14 años, crea cientos de videos en TikTok con fragmentos de conciertos y canciones que mezclaban cumbia, pop y ranchera. Perfiles que la homenajean porque, aunque suene banal, sencillamente la aman.

Estoy ante un fan de Selena. Un joven que vive del otro lado del planeta, pero que habla su mismo idioma. Alex es uno de los artífices de decenas y decenas de páginas que rinden tributo a Selena. No sólo los treintones, cuarentones o cincuentones la recuerdan y corean. La Gen Z también lo hace y desde páginas de TikTok que llegan a los mil o rebasan los 200 mil seguidores. Ahí, la oficial suma más de millón y medio de fanáticos.

Con su jumpsuit morado, Selena renace como santa digital de la Gen Z.
Con su jumpsuit morado, Selena renace como un ícono digital de la Gen Z | Netflix


Manejadas por veinteañeros y hasta niños, hay una revolución en TikTok. La salvadoreña Anais Garmendia, conocida como la Selena Quintanilla de esa red, imita a la cantante con maestría y tiene más de tres millones de seguidores. También existe la Selena ecuatoriana, cortesía de Angélica Rosv, con casi 400 mil. Pero, en general, es gente anónima a lo largo y ancho de América Latina.

Alex nació 16 años después de la muerte de Selena. Su fanatismo se consolidó cuando miró todos los videos que encontró en YouTube. Atraído por esa capacidad que tenía, dice, para expresar tristeza y alegría en una misma canción, llámese “Amor prohibido”, “Bidi bidi bom bom” o “Si una vez”. Sus rolas podían empezar repletas de tristeza y acabar con esperanza. Y qué decir de su trato con la gente: notaba en los videos de archivo que en los conciertos repartía abrazos, besos, apretones de manos.

“Como la flor”, “La llamada” y “No debes jugar” se volvieron sus favoritas: letras que hablan de amor pero también de tristeza y traición, interpretadas con una voz con encanto y carisma que conectaba con el público mexicano y mexicano-estadounidense que la sigue idolatrando a la fecha.

Memorial en honor a Selena Quintanilla, donde fans dejan flores y mensajes | Especial
Memorial en honor a Selena Quintanilla, donde fans dejan flores y mensajes | Especial


En 1995, cuando fue víctima de un asesinato cuya noticia corrió por todo el continente, era la intérprete más importante del tex-mex y de la música latina en tierra gringa. Treinta 30 años después de su muerte, el mito se extiende. Hoy arrasa en comunidades enteras de América Latina, gracias a aliados inesperados. La música y los ‘tiktoks’ de Selena revientan las redes, donde miles de centennials la descubren o se documentan de su historia.

Selena habría sido más famosa que Shakira o Jennifer Lopez

En Santa Cruz y más regiones de Bolivia suena Selena en el transporte público. En los micros se escuchan “La carcacha” o “El chico del apartamento 512”. Una mujer de Oruro le hace tributos y existe una versión viral de “La llamada”, luego de que @Coqueta, de Argentina, hiciera un cover popular.

Pero el fanatismo de Alex, que estudia secundaria, va más allá. Es uno de estos fans que crean páginas en TikTok para difundir la música de Selena. Comenzó en 2024, por puro gusto y ha logrado miles de seguidores. La red le ha bloqueado varias cuentas por supuesta suplantación de identidad, pero no se rinde. En total, ha tenido al menos ocho y en una alcanzó 117 mil seguidores y más de 2.4 millones de likes. El chico muestra capturas como prueba.

En su página actual, @selenasq, acumula casi 30 mil seguidores y más de 865 mil likes. La siguen personas de distintas edades, entre 18 y 24 años, de países como México y Estados Unidos. Le escriben mensajes sobre lo mucho que admiran a Selena por su autenticidad, manera de bailar y alegría contagiosa.

Juran que, de no haber muerto, Selena Quintanilla habría sido más famosa que Shakira o Jennifer Lopez, JLo.

Flores, velas y música acompañan el homenaje a Selena Quintanilla, cuyo legado aún convoca a miles | Especial
Flores, velas y música acompañan el homenaje a Selena Quintanilla, cuyo legado aún convoca a miles | Especial

Nunca lo vamos a saber. Para él la satisfacción más grande es compartir material poco conocido: grabaciones y momentos icónicos más allá de su trágico final. Es una forma de rendirle homenaje. Cree que eso ayuda a que nuevas generaciones conozcan su trayectoria exitosa, desde que inició en la banda tejana Selena y Los Dinos.

“Selena no es sólo para niñas. Eso es mentira. En los noventa había muchos hombres que iban a sus conciertos y hoy también hay niños que son fans. Selena es para todos. Hay niñas y niños que hacen páginas sobre sus conciertos, su ropa, su forma de bailar. Su música nunca pasará de moda”.

Es la selenamanía en su nueva versión, con los centennials como protagonistas redescubriendo a Selena. Y no lo hicieron por la televisión o por un disco. Fue el puro empuje de las redes sociales. Por algo el gigante del ‘streaming’, Netflix, lanzará: Selena y los Dinos este 17 de noviembre. Gracias a los Gen Z.

La música de Selena es refugio para muchos jóvenes

Sheila Sosa no quiere ser influencer, nomás le gusta subir videos de Selena. En su casa en Valle Hermoso, Tabasco, su familia ya se acostumbró a que su música suene día y noche: “Ya tengo cansados a mamá, a mi hermano y hasta a mis compañeros de trabajo. Perdón, pero es una artista vigente”.

Artículos y camisetas con la imagen de Selena, buscados por nuevas generaciones de fanáticos | Especial
Artículos y camisetas con la imagen de Selena, buscados por nuevas generaciones de fanáticos | Especial


De 21 años, creó hace unas semanas su cuenta @selquintanilla.63 y va para los 2 mil seguidores. Este año descubrió a la reina del tex-mex casi por casualidad cuando vio en Facebook una foto de la cantante, una imagen del día de su entierro, lo que le generó un montón de curiosidad. Tecleó su nombre en el buscador de Google y encontró que nació en Texas, que era la cantante latina más premiada en 1995, y que le arrebataron la vida demasiado joven, casi a su edad, a los 23.

El video de “Amor prohibido” la atrapó por la energía de Selena: cómo bailaba, cómo sonreía. Investigó que la letra estaba inspirada en la historia de amor de los abuelos de la cantante y no en su esposo, Chris Pérez, como muchos fans creían.


Sheila, quien estudia Derecho Penal, toca el violín y asiste a la iglesia, encontró más canciones, entre ellas “Ya no”, ahora de sus favoritas por su toque roquero. Estaba sorprendida por enterarse de que la ídola cantaba desde niña y que sus primeros discos tenían un sonido más de banda: “Verla tan joven, tan bonita y con tanto talento, me causa emoción pero también tristeza”.

No sabía que existía una película protagonizada por JLo de 1997, lo reconoce. Lloró cuando la vio. Después se involucró en comunidades de fans. En TikTok empezó a compartir videos dedicados a la cantante: “Me gusta hacer videos, así que un día los subí sólo para ver qué pasaba”, cuenta. No imaginó que tendrían tanto alcance: algunos llegaron a 50 mil o 100 mil vistas.

Descubrió que la mayoría de las personas que veían su contenido eran muy jóvenes, incluso niñas de ocho años: “Me quedé sorprendida. Me mandan mensajes diciendo que les gusta Selena”. Así comprobó que la selenamanía traspasa generaciones. “Hay gente de 50 años, pero también niñas chiquitas.”

Desde las pantallas, TikTok impulsa la “selenamanía” entre los más jóvenes | Especial
Desde las pantallas, TikTok impulsa la “selenamanía” entre los más jóvenes | Especial

Su primera cuenta de TikTok fue bloqueada cuando tenía casi tres mil seguidores. Creó otra y fans le aconsejaron poner marcas de agua en sus videos. También empezó a hacer transmisiones en vivo y a hablar con sus seguidoras. De esas charlas salieron amistades: jóvenes centennials como ella, igual de enamorados de la música de Selena.

Ver a tanta gente joven conectando con Selena la inspira: “Hay muchas páginas que hacen tributos. Yo creo que es porque, aunque ya no está, sigue influyendo su música y su forma de ser”.

Escuchar sus canciones todos los días le da calma: “Si no la escucho un día, me da ansiedad”. En la mano se tatuó su firma y una rosa: “No lo planeé pero estaba pasando por un momento oscuro, con depresión. Ella fue mi refugio”.

Los fanáticos de Selena están en las comunidades virtuales


En el pasado, quienes compartían gustos musicales, se encontraban en espacios físicos, como tiendas o conciertos, pero ahora ya no es necesario salir de casa. Triunfan las comunidades musicales digitales: encuentros que ocurren en plataformas como YouTube, TikTok e Instagram, explica Jorge Neri, etnomusicólogo egresado de la Facultad de Música de la UNAM, donde también es asistente de investigación.

Neri indica que estudios recientes analizan comunidades digitales en WhatsApp, como grupos de seguidores de Bad Bunny. Los corridos tumbados, su campo de investigación, también han crecido entre estas comunidades virtuales. Lo mismo ocurre con Selena: las redes sociales y las plataformas digitales funcionan como lugares de encuentro y también como espacios de memoria e identidad latina.

El gesto de llevar su imagen en un cartel recuerda cómo antes se construía la memoria musical: con objetos que se guardaban y se llevaban encima | Esp
El gesto de llevar su imagen en un cartel recuerda cómo antes se construía la memoria musical: con objetos que se guardaban y se llevaban encima | Especial

Jorge profundiza: en el pasado, la memoria musical era física. Las personas compraban revistas, recortaban fotos o guardaban discos. No es que eso haya muerto, pero ya no es lo común. Ahora, la memoria se viraliza.

“Las nuevas generaciones descubren a artistas como Selena gracias a los algoritmos de recomendación, los incorporan a su identidad y los reinterpretan. Ya no se trata de nostalgia, porque los centennials no vivieron la época de Selena. Más bien, la reinterpretan: imitan sus gestos, versionan sus canciones y adoptan su estética”, expone el etnomusicólogo.

Selena ya no es sólo la figura mexicano-estadunidense ligada a la comunidad chicana o a dos países. Hoy es una “mediadora cultural transnacional”. Jóvenes de México, Estados Unidos, pero también de Colombia, Argentina o Bolivia cantan sus canciones, citan frases de “Como la flor” o “Amor prohibido” o se tatúan su nombre o rostro en su honor. Porque su legado no sólo quedó intacto: se extiende.

Le cuento a Jorge sobre el caso de Alex, el niño boliviano, y considera que es un ejemplo recio de cómo Selena ha roto fronteras: “Alex demuestra un conocimiento profundo sobre Selena, lo que evidencia la magnitud de su impacto en personas que nunca la conocieron directamente”.

Neri se pone también de ejemplo: en su caso, considera a José José  el mejor intérprete en español por su presencia e impacto cultural, pero él, treintañero, nunca lo vio cantar en vivo ni había nacido cuando El Príncipe de la Canción vivía su mejor momento. A la Gen Z les pasa lo mismo con Selena.

El documental de Netflix sigue el mito y legado de Selena Quintanilla

Isadora Ferreira cree que Selena se volvió casi una figura de santidad: una mujer sin escándalos, entregada a su público, con una imagen de pureza y devoción: “Encarnaba el ideal de una santa mexicana: bondadosa, del pueblo, siempre sonriente”.

Esa imagen la volvió objeto de veneración, incluso en vida. Además, estaba el tema de la migración, le parece significativo que fuera una artista entre dos mundos, estadounidense y mexicana: “Eso me tocó porque yo también tengo dos identidades, brasileña y mexicana, y a veces no encajo del todo en ningún lado”.

Selena y Los Dinos, la banda que creó puentes entre dos culturas y dio forma al sonido tex-mex | Netflix
Selena y Los Dinos, la banda que creó puentes entre dos culturas y dio forma al sonido tex-mex | Netflix

La primera vez que vio el documental Selena y Los Dinos, dirigido por Isabel Castro, cuyo estreno mundial fue en Sundance este año, no esperaba que la impactara tanto. Ese día de mayo se quedó de ver con sus amigos en un Cinépolis, donde la película tuvo una proyección especial, y se preguntó por qué sus cuates treintones querían verla. Qué flojera le daba.

Pero, sorpresa: Isadora, de 28 años, jamás se imaginó que saldría del cine emocionada y hasta con ganas de seguir la noche bailando las canciones de Selena. El documental, que se estrena en Netflix el 17 de noviembre, explora la vida y el impacto de la cantante. Y narra, a través de imágenes y fotografías nunca vistas, la relevancia de su familia y la banda en la creación del mito.

A Ferreira, guionista que también trabaja en marketing y publicidad, le sorprendió la calidad de la película y la sensación generacional que transmitía: “Sentí que entendía lo que vivió la gente que creció con ella”, recuerda. Había visto la película protagonizada por JLo cuando era niña, pero no le había generado nada. Esta vez fue distinto: se conmovió con la historia y sintió que por fin entendía por qué Selena había sido tan importante para tanta gente.

Selena redefinió el mapa cultural latino y sigue marcando a nuevas generaciones | Netflix
Selena redefinió el mapa cultural latino y sigue marcando a nuevas generaciones | Netflix

Lo que más le llamó la atención fue la relación de Selena con sus hermanos. Dice que le pareció muy bonito cómo se apoyaban entre sí dentro del grupo, cómo sabían que Selena era la estrella y aun así no dejaban que el ego se interpusiera: “Sin ellos, Selena no habría sido lo que fue”, afirma. Esa hermandad, poco común en el ambiente artístico, fue para ella uno de los rasgos más especiales del documental.

Isadora conocía varias canciones pero no le gustaban. “Me cagaban”, confiesa entre risas. Cuando las ponían en fiestas, solía sentarse o ir al baño. No entendía por qué la gente se emocionaba tanto. Pero mientras veía el documental, su percepción cambió radicalmente. Empezó a emocionarse. “En un momento me descubrí sonriendo frente a la pantalla”. Al salir del cine, le dijo a sus amigos que quería escuchar sus canciones en una fiesta. Ahora, cuando las oye, le dan ganas de bailar.

La memoria de Selena después de su muerte

En el documental Selena y Los Dinos, Isadora se conmovió con una escena que refleja esa dualidad entre dos culturas, en la que surgió el mito de Selena. Una joven latina llora al decir que Selena la hacía sentirse comprendida.

Jorge Neri, el etnomusicólogo, explica el concepto de selenidad, propuesto por la estadounidense Deborah Paredez en su libro Selenidad: Selena, Latinos, and the Performance of Memory (Duke University Press, 2009). Es el conjunto de actos culturales, mediáticos y afectivos que construyen la memoria de Selena después de su muerte: los recuerdos físicos, la película de JLo, los drags que se visten como ella, los fans que se reúnen a recordarla.

La selenidad: un fenómeno que mantiene a Selena en la memoria colectiva | Netflix
La selenidad: un fenómeno que mantiene a Selena en la memoria colectiva | Netflix

Ahora, inmersos en la era digital, Neri propone una Selenidad 2.0: una nueva etapa en que la identidad latina y chicana se redefine en redes sociales, TikTok, reels, filtros, bailes y playlists. “La música y la memoria ya no se guardan en objetos, sino que existen en la nube y las suscripciones de streaming”, señala el investigador.

“Se necesita carisma, calidad artística y humana, además de estar conectado con comunidades específicas. Selena impactó a la comunidad chicana, que históricamente ha necesitado ídolos populares. Su cercanía, su presencia escénica y su trato al público hicieron que se ganara ese lugar”.

Más allá de su juventud y trágico asesinato, Neri considera que Selena se ha convertido en mito o leyenda por su voz y el poder de su impacto cultural. O dicho de otra forma: lo que pudo haber sido. Selena podría haber alcanzado una magnitud similar a la de Juan Gabriel, como máxima figura femenina latina. “Su legado sigue vivo en nuevas generaciones de fans que la descubren, reinterpretan y celebran cada día en el espacio digital”, concluye.

GSC / MMM


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Guillermo Rivera
  • Guillermo Rivera
  • Guionista y periodista. Autor de investigaciones y crónicas que se han publicado en diversos medios, como 'Milenio' y Televisa. Reconocido dos veces con el Premio Nacional de Periodismo (2016 y 2023) y nominado al Premio Gabo.
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