Ocesa acaba de confirmar que el regreso de Bad Bunny detonará un fenómeno pocas veces visto en el país: asistentes provenientes de 77 países viajarán exclusivamente a México para vivir alguna de las ocho fechas del “DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour” en el Estadio GNP Seguros.
Se trata de un momento histórico para el turismo musical en la región y un claro reflejo del alcance global del cantante puertorriqueño.
Un imán mundial: México se convierte en destino para el público internacional
La CdMx se posiciona como un destino clave en el mapa del entretenimiento global, pues la confirmación de que fans de 77 países llegarán a la capital demuestra no solo la popularidad de Bad Bunny, sino la capacidad de la ciudad para atraer turismo cultural de alto impacto.
Este flujo de visitantes evidencia una tendencia creciente: los conciertos dejaron de ser solo espectáculos y se transformaron en experiencias destino. Así lo confirma el reporte Living for Live de Live Nation, que indica que:
- 59% de los fans viaja al menos una vez al año para asistir a un concierto,
- 68% gasta lo mismo o más en viajes relacionados con música que en cualquier otra clase de viaje.
La presencia de asistentes internacionales en México ejemplifica esta nueva forma de consumo cultural que mueve economías, activa ciudades y fortalece el intercambio global.
45% de los asistentes vienen de otros estados: impacto en movilidad y derrama económica
Además de la llegada masiva de fans extranjeros, Ocesa detalló que el 45% del público proviene de otros estados de la República, reforzando el papel de la CdMx como polo de atracción nacional.
Hoteles, restaurantes, transporte, comercio y servicios turísticos se verán beneficiados por este movimiento de personas que viajan motivadas por un solo motivo: ver a Bad Bunny en vivo.
Esta dinámica confirma que el fenómeno va más allá de un concierto; representa un impulso real para la economía local y para el posicionamiento de la ciudad dentro del turismo musical mundial.
Una audiencia joven y globalizada domina el fenómeno
El fenómeno también tiene una dimensión generacional. Seis de cada diez asistentes de las fechas en México tienen entre 18 y 34 años, un público que suele adoptar experiencias internacionales como parte de su estilo de vida y que alimenta este boom global de viajes por conciertos.
Su preferencia por shows de gran escala explica cómo artistas como Bad Bunny logran convocar multitudes que cruzan fronteras para formar parte de la experiencia.
Demanda sin precedentes: más de 3 millones buscaron boletos
El interés global quedó claro desde el primer momento. Durante la venta de boletos, más de 3 millones de personas ingresaron a la página oficial de Ticketmaster, cifra que coloca a estos conciertos entre los más solicitados en la historia reciente en México.
Esta demanda masiva es coherente con la llegada de visitantes internacionales: los fans no solo quieren ver a Bad Bunny, están dispuestos a viajar miles de kilómetros para hacerlo.
Un espectáculo que justifica el viaje: producción de vanguardia
Quienes vienen desde otros estados y países lo hacen motivados también por la magnitud del show. El montaje presenta escenografía diseñada por el propio artista, una propuesta visual inmersiva y una ejecución sonora que eleva el género urbano a una experiencia totalmente renovada.
Esa ambición creativa ha sido clave para que México se convierta, temporalmente, en el punto de encuentro de fans del mundo entero.