En Bangkok, Tailandia, más de 90 reinas de belleza del mundo desfilaron con trajes típicos de sus naciones, algunos con símbolos ligados a su origen y otros tan modernos que rompieron los esquemas de lo tradicional.
Una de las participantes que más lució fue la mexicana Andrea Toscano, quien exhibió el traje de la Reina Jaguar: “Mi trabajo representa al poderoso Dios Jaguar de la cultura maya, también busca crear conciencia porque es una especie en peligro de extinción”, dijo la originaria de Colima a M2, antes de su viaje a luchar de la corona.
Algunas de las que causaron más revuelo, tanto en medios como en redes sociales, fueron Miss Perú, Romina Lozano, quien con su traje se transformó en sirena, y Miss Japón, Yuumi Kato, que se convirtió con su vestido en el emblemático personaje de Sailor Moon.
Otras destacaron por las críticas que recibieron, tal fue el caso de Miss Laos, On-anong Homsombath, acompañada de dos marionetas doradas, mientras que la puertorriqueña Kiara Liz Ortega se presentó con un atuendo que simbolizaba la recuperación de su país tras el paso del huracán María y, por el exceso de carga, cayó en el escenario y tuvo que ser auxiliada para ponerse de pie.
El próximo 16 de diciembre será la final del certamen y se coronará a la nueva Miss Universo.
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