Desde mucho antes de que cayera la noche, el Centro de Convenciones de Torreón comenzó a llenarse de vida: largas filas, botas recién lustradas, sombreros impecables, parejas de enamorados y grupos de amigos listos para cantar hasta quedarse sin voz en la fecha de tour ‘Mi realidad’ de Grupo Duelo, que había llegado a La Laguna y la expectativa se sentía incluso desde las inmediaciones del recinto.
El encargado de encender la mecha fue Leandro Ríos, que salió al escenario entre aplausos y gritos. Con su poderoso estilo norteño fue levantando al público canción tras canción con un amplio repertorio, pero fue ‘Debajo del Sombrero’ la que terminó de desbordar la energía del lugar.
Teléfonos en alto, cientos de voces al unísono y un ambiente que presagiaba una noche grande, Leandro Ríos demostró su gran amor por la música regional mexicana desbordando talento y canción tras canción.
Cuando las luces se apagaron por segunda vez y la pantalla iluminó el fondo del escenario, se supo que había llegado el momento, Grupo Duelo hizo su entrada desatando gritos que se escucharon incluso fuera del recinto.
Al frente, Óscar Iván Treviño, líder y vocalista, apareció bajo una ola de emoción que lo recibió como si el escenario fuera su casa y portando con orgullo su bajo sexto.
Desde los primeros instantes, la agrupación demostró por qué su música sigue marcando generaciones. Éxitos como ‘Sentimientos de Cartón’, ‘Puño de Diamantes’, ‘A ver si escuchas’, ‘Mejor Me Alejo’ y ‘Veneno’ fueron coreados con una intensidad que convirtió el concierto en una sola voz.
Más tarde, temas como ‘Te Compro’ y ‘Malabares’ reforzaron esa mezcla de desahogo, nostalgia y romance que caracteriza al grupo.
Se reconoció la labor de Rodrigo González Fernández, director del Centro de Convenciones
de Torreón, cuya gestión y coordinación fueron clave para que el evento pudiera realizarse con éxito. Su visión de abrir el recinto a eventos de entretenimiento, culturales y sociales permitió que la noche se viviera sin contratiempos.
Ya en la recta final, el recinto se iluminó con cientos de luces de celular mientras Duelo entregaba las canciones que han marcado historias de amor y desamor en La Laguna, mientras se veía a parejas abrazadas, amigos cantando con el alma y un público que se negaba a bajar la energía cerraron una noche inolvidable.
Cuando la agrupación se despidió, los asistentes salieron con la voz ronca, los pies cansados y el corazón pleno, la polémica previa al concierto se difuminó y quedó claro una vez más que Duelo no solo canta… Duelo acompaña, marca y permanece en el corazón de la región.
aarp