Johnny Depp negó ser un “monstruo” que golpeó a su ex esposa, la actriz Amber Heard, por haberse burlado de uno de sus tatuajes, durante su testimonio ayer miércoles, segundo día de su demanda contra el tabloide The Sun.
“Eso es absolutamente falso”, respondió Depp. “No le pegué a Amber”, añadió.
Con la cara cubierta con un pañuelo, los ex esposos llegaron por separado a la Alta Corte de Londres, que examina durante tres semanas el caso del Sun y su propietario News Group Newspapers (NGN). El héroe de Piratas del Caribe les reprocha haber presentado como un hecho probado, en un artículo de abril de 2018, que había golpeado a su ex esposa.
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En la audiencia fue interrogado por la abogada de NGN sobre su adicción a las drogas y reconoció haber “sucumbido a sus viejos demonios” en marzo de 2013, pero negó haber abofeteado a Amber.
Según la abogada Sasha Wass, la actriz se burlaba de un tatuaje de Johnny, “Wino Forever” (“Borracho para siempre”), transformación de la inscripción “Winona Forever”, hecha tras su ruptura con Winona Ryder, en los 90.
