Mientras el nombre de Inés Gómez Mont vuelve a ocupar titulares tras la detención de su esposo, Víctor Álvarez Puga, en Estados Unidos, muchos recuerdan una de las etapas más difíciles que la conductora mexicana enfrentó años atrás: cuando estuvo al borde de la muerte al serle detectados varios tumores en la cabeza.
La conductora atravesó una crisis de salud en 2013 que la llevó a ser intervenida de emergencia, una experiencia que marcó profundamente su vida y la de su familia.
En ese entonces, Inés compartió que los síntomas comenzaron con fuertes dolores de cabeza, visión borrosa y mareos constantes, los cuales inicialmente confundió con estrés.
La ex conductora de Ventaneando y Los 25+ vivió una grave crisis de salud en 2013 que la llevó a ser intervenida de emergencia. En ese entonces, Inés compartió que los síntomas comenzaron con una profunda sensación de torpeza y cansancio.
“Después de que nació Bosco (su hijo), me sentía muy torpe, muy cansada, de pronto me caía. De repente me salió un derrame muy feo en el ojo y me dijo mi esposo: ‘Tienes que ir al cardiólogo a checarte la presión’. Y voy a dar con un neurólogo; llegó, me empieza a revisar y me dice: ‘Necesito que te bajes a hacer una resonancia magnética’. Y me dice: ‘Inés, usted tiene dos tumores cerebrales’”, recordó la famosa durante una entrevista en Venga la Alegría en enero de 2021.
El neurólogo se mostró alarmado por los síntomas que había presentado la conductora durante los meses anteriores, por lo que ordenó realizarle una resonancia magnética urgente.
“El doctor entra y me dice: ‘Inés, necesito hablar contigo, tienes dos…’, hasta la fecha no me acuerdo cuál fue el término exacto que utilizó el doctor porque yo creo que me bloqueé, y le dije qué es eso… Me dice: ‘Dos tumores cerebrales’”, contó Gómez Mont.
La también presentadora explicó que su condición era tan delicada que llegó a pensar que no sobreviviría. “Cómo en ese estado que yo me encontraba de salud, en la rayita de la muerte, porque estaba delicadísima, estaba más débil que nunca, estaba en un momento feo, hablando en cuestión de salud, y ¡cómo él al saber eso trató de tener ventaja!”, recordó, refiriéndose a los conflictos personales que atravesaba en aquel momento.
Tras el diagnóstico, Gómez Mont fue sometida a una cirugía de alto riesgo. “Fue una operación muy larga, los doctores no sabían si iba a salir bien o si iba a despertar con alguna secuela”, explicó en otra ocasión. Finalmente, su recuperación fue exitosa, aunque el proceso le tomó varios meses.
“Fue una segunda oportunidad. Me prometí disfrutar cada minuto con mis hijos y dejar de preocuparme por cosas que no valen la pena”, dijo al recordar aquella etapa.
Hoy, aunque su situación familiar vuelve a dar de qué hablar tras la detención de Víctor Álvarez Puga, la experiencia médica que vivió sigue siendo una muestra de la fortaleza y resiliencia que han caracterizado a Inés Gómez Mont a lo largo de su vida.
JCM