Espectáculos

Él es Eugenio Cobo, la mente maestra detrás del talento artístico de Televisa

Actor en los sesenta, productor en los ochenta y director del Centro de Educación Artística (CEA) desde hace 38 años, es un verdadero ejemplo de entrega a su profesión

Eugenio Cobo Peña es un reconocido actor de la década de los sesenta, productor desde 1985 y director del Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa desde hace 38 años. Él es quien ha formado a cientos de artistas, pese a haberse titulado como ingeniero químico en la UNAM, carrera que estudió antes de dedicarse a su verdadera pasión que es la actuación y que inició cuando se encontraba cursando apenas la preparatoria. En ese entonces tuvo la oportunidad de reemplazar a un actor que había faltado y hoy, con 86 años de edad, sigue trabajando con la misma pasión.

“Tengo la vocación de ser actor. Nunca me he propuesto nada, yo no creo en estar luchando por una meta, que es algo que se nos mete en la cabeza —comparte en entrevista con MILENIO—. A los jóvenes les dicen que tienen que llegar, que tienen que lograr, tienen que ser y yo creo en el momento presente, en estar bien ahora”, dice convencido de vivir en plenitud.


Es hijo único, cuenta que su familia era humilde y su papá era muy trabajador. 

“Nací en 1939, me adelanté en la escuela, entré antes a la primaria y a la secundaria, que fue cuando hice una obra de teatro en esos festivales que se hacen para las mamás —relata—. Estaba en el Colegio México, que era de Maristas, y por alguna razón que desconozco, hice un entremés de Cervantes que se llama La guarda cuidadosa, tengo el programa donde dice que lo dirigí y no es que yo haya decidido eso, pero pues me atrajo y me siguió atrayendo”, cuenta Cobo.

Sobre su época en la UNAM, recordó que era tímido y cierto día entró a un edificio donde estaban ensayando una obra de Enrique Jardiel Poncela, una comedia ligera de muchos personajes.

“Perdí alguna clase por irme a meter al auditorio y, la tercera vez que fui, estaban discutiendo, porque alguien había faltado, me acerqué tímidamente a decirle al muchacho que era el director, que si quería yo subiría al ensayo en su lugar y me quedé. Hacíamos teatro dos veces al año y de ahí viene mi formación como actor, luego él escribió una obra que después le vendió a Miguel Córcega, quien era productor y director, me recomendó y trabajé con él”, mencionó.

Eugenio Cobo Peña
Eugenio Cobo Peña reconocido actor de la década de los sesenta | Cortesía


Cuando cursaba el tercer año de Ciencias Químicas, su mamá falleció. Con solo 14 años vivió el duelo al lado de su papá quien decidió que se fueran de viaje dos meses y medio, para darle una vuelta al mundo.

“El duelo es la aceptación, finalmente lo que tenemos que hacer en la vida es aceptar que las cosas son como son, esa es mi filosofía de ahora, lo que es, es, y punto. Mejor voy de aquí para adelante para llegar a la meta, que está allá. Regresé del viaje con otra visión y esa experiencia me fue dando conocimiento”, aseguró.

Se casó en dos ocasiones. Tenía 25 años cuando contrajo matrimonio por primera vez y trabajaba en un laboratorio farmacéutico. Luego se pasó a uno de cosméticos cuando, por casualidades de la vida, lo invitaron a desarrollar una marca de esos productos, labor que siempre desarrolló a la par de los escenarios.

“Yo seguía pidiendo permiso para ir al teatro y seguir siendo actor. Hasta un día que llegué con mi fotografía en blanco y negro con el productor Valentín Pimstein. En ese entonces él y don Ernesto Alonso eran dos productores fundamentales de televisión y don Valentín, aunque no tenía ningún personaje para mí, me invitó a ser su asistente de producción”, mencionó.

Así fue como su vida dio un giro, aceptó de inmediato la propuesta y regresó a su trabajo de químico solo para renunciar, convencido de dedicarse a su pasión: la actuación. “Entré a Televisa como asistente de producción, repartía memorándums en las puertas, tenía 36 años. Trabajé como extra en La criada bien criada, porque iba de metiche, porque me interesaba la actuación. Me metía a los foros y me escondía para seguir aprendiendo”, confesó.

La formación que obtuvo lo llevó a ser productor asociado de Pimstein en la telenovela Guadalupe, trabajando a su lado por más de seis años, hasta que decidió renunciar porque sintió que ya había cumplido un ciclo, así que buscó ser productor independiente y lo logró.

“La primera telenovela que produje se llamó Esperándote, seguí con más telenovelas y a la par tenía actuaciones en otras producciones, como lo hice en Dulce Desafío, hasta que un día me dieron la noticia de que iba a dirigir una escuela y me sigo sintiendo a toda madre, porque soy muy afortunado”, expresó.
Eugenio Cobo Peña productor desde 1985 | Cortesía
Eugenio Cobo Peña productor desde 1985 | Cortesía


Su oficina está decorada con muchos de los regalos que ha recibido a lo largo de los años. “Yo digo que está lleno de amor, porque me dan a diario un regalo, no todos son físicos, me dan regalos alimenticios, como chocolates, machaca norteña, tortillas de harina, me traen café, cartas y notas”, contó.

Sobre lo que le falta por hacer, dejó en claro que se considera una persona muy afortunada y no tiene pendientes, pues está satisfecho y feliz con lo que le ha tocado en la vida.

“No me hace falta nada, quiero vivir cada día hasta que me vaya. Vivir, vivir, y vivir. Y disfrutar que bajo el pie de la cama cada mañana, me arreglo y vengo para acá. Me dicen que ya no debo trabajar a los 86 años, pero les contestó que yo no trabajo, porque trabajo suena a que ando cargando cosas y no es así. Cuando cargas algo, si no tiras todo a la basura, no puedes dar un paso hacia delante”, aseveró.

Eugenio Cobo Peña la mente maestra detrás del talento de televisa
Eugenio Cobo Peña la mente maestra detrás del talento de televisa | Cortesía


Todos los días se sigue preparando como docente, lee libros que tengan que ver con la formación académica y todo lo que contribuya a darle las mejores herramientas a los estudiantes. “Porque la actuación siempre ha sido una profesión rechazada, porque es una profesión pública, igual que la de los deportistas y políticos; y lo que sucede mal en estas profesiones también sucede en las otras, solo que no se sabe”, reflexionó.

Eugenio Cobo produjo las telenovelas Marionetas, Cicatrices del alma, Cómo duele callar, Dos vidas, Flor y canela, la segunda parte de Dulce desafío, Cenizas y diamantes, La última esperanza, Cuento de Navidad y Navidad sin fin.


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Lizbeth Cruz Jiménez
  • Lizbeth Cruz Jiménez
  • lizbeth.cruz@milenio.com
  • Amante de la vida y feliz periodista, con experiencia en prensa escrita, radio, televisión y medios digitales. Ha cubierto diferentes fuentes, las que más le apasionan son: estilo de vida, sociales y espectáculos. Le gusta contar historias de vida y aportar algo útil en cada relato.
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