Este domingo fue la última función del espectáculo de mayor duración en la historia de Broadway, El Fantasma de la Ópera, musical que bajará su telón después de más de 35 años.
Desde que se estrenó en la neoyorquina avenida de los teatros en enero de 1988, han visto la obra más de 20 millones de personas en casi 14 mil funciones, lo que se traduce en una recaudación de más de mil 300 millones de dólares.
Andrew Lloyd Webber subió al escenario por última vez con un traje negro y corbata negra y dedicó el espectáculo final a su hijo, Nick, quien murió el mes pasado después de una prolongada batalla contra el cáncer gástrico y la neumonía. Tenía 43 años.
Para contar la historia basada en la novela homónima de Gastón Leroux, con música de Andrew Lloyd Webber, se necesita un elenco, una orquesta y un equipo de 125 personas.
En estos más de 30 años la producción ha contratado a unas 6 mil 500 personas.

"Obtuve el trabajo de mi vida. No hay otra manera de describirlo", dijo a NPR Richard Poole, quien ha sido miembro del conjunto, interpretando pequeños papeles, durante casi 25 años.
El productor Cameron Mackintosh dio a algunos en la multitud la esperanza de que volverían a ver el Phantom, y tal vez antes de lo que piensan.
"La única pregunta que me siguen haciendo una y otra vez: ¿volverá el Fantasma? Después de haber sido productor durante más de 55 años, he visto regresar a todos los grandes musicales, y 'Phantom' es uno de los mejores", dijo. "Así que es solo cuestión de tiempo".
Este musical cuenta la historia de un genio desfigurado que frecuenta la Ópera de París y está enamorado de la soprano Christine Daaé, que a su vez está enamorada de un apuesto conde.
La primera producción se estrenó en Londres en 1986 y desde entonces el espectáculo ha sido visto por más de 145 millones de personas en 183 ciudades y realizado en 17 idiomas en más de 70 mil actuaciones. Solo en Broadway, ha recaudado más de 1.3 mil millones de dólares.
DAG