El segundo día del festival Coordenada comenzó con congestionamiento y calor. Alrededor de las 14:30 horas, hora de inicio del festival, las avenidas aledañas al Parque Trasloma se veían congestionadas por el común tráfico sabatino, así como los madrugadores que decidieron llegar a las primeras horas.
Y aunque las calles eran un caos, las instalaciones se veían tranquilas y las filas parecían avanzar con mayor fluidez que el día anterior, en el que hubo asistentes que tuvieron que esperar entre una y dos horas para acceder.
Los tempraneros pudieron disfrutar de los argentinos de Estelares. Aunque el público fue escaso, los presentes agradecieron los recuerdos de esta banda que comenzó hace más de 20 años y disfrutaron especialmente cuando Juan de Los Caligaris, una de las bandas estelares del cartel, subió a tocar con ellos "Un día perfecto". Otras presentaciones fueron las de los valencianos de La Habitación Roja y la fiesta consciente de La Toma.
Lonches, burritas, pizzas, crepas y hasta piernas completas de pavo degustaban los asistentes, mientras caminaban de lado a lado buscando el lugar más cómodo. "¡Cerveza, no caldo de gallina!", gritaban los vendedores de cerveza, en referencia al calor rondante a los 30°C que azotó a este despejado día de octubre.
Los locales de Fanko y su música de mundo hicieron mover los pies de los que se acercaban, que, a medida que avanzaba su presentación aumentaba en cantidad y se maravillaban con los metales de los hermanos Santillanes, trompeta y sax, que resonaron en el Trasloma.
Mientras tanto, el escenario Escena Indio era arrasado por Los Rastrillos, con un show energético en el que brilló el reggae y las fusiones por las que la agrupación es conocida. Asimismo, Reyno demostró por qué es una de las bandas recientes mexicanas que han sido invitadas a todos los festivales importantes y Tino el Pingüino fue despedido a ritmo de un "¡Tino, Tino, Tino!" de sus fans.
Alrededor de las 17:00 horas, la entrada empezó a registrar mayor movimiento, aunque dentro se veía a muchos acostados sobre el pasto sintético, sobre las colinas o cualquier pedazo de sombra proporcionada por algún árbol. En la Casa Comedy se veía movimiento, especialmente con Alex Fernández, que fue aplaudido y recibido con risas por su stand up comedy que se burla de sí mismo así como de todo a su alrededor.
Okills de Caracas Venezuela fue uno de los shows más animados de estas primeras horas, una presentación que tuvo mucha interacción con el público: pidiendo que salten; bromeando con que no dediquen las canciones de su nuevo disco o les iría muy mal.
Pero sin duda, la presentación que convocaría más gente hasta ese momento sería Jarabe de Palo. Con las primeras notas de "El bosque de palo", cientos de personas se arremolinaron desde diferentes puntos del parque y en "Depende", Pau Donés cuestionó "¿No se la saben o qué?", lo cual provocó un coro unificado.
GPE
