Del 12 al 16 de noviembre, la Ciudad de México será sede de la primera edición de Cinetiquetas, un festival internacional de cine inclusivo que propone acercar a la comunidad al séptimo arte desde nuevas perspectivas: las de la discapacidad y la neurodivergencia. Con funciones accesibles, proyecciones relajadas, conversatorios y una programación diversa, el festival busca no solo visibilizar, sino transformar la forma en que se representa y se vive la discapacidad.
“El festival se ha construido con tanta claridad que, al mostrarse, la gente dice: sí, quiero ser parte —explicó a MILENIO Marta Claudia Moreno, directora de Cinetiquetas—. Lo que yo y la gente que está conmigo hacemos es ser un puente. Y como nace desde ahí, desde ese poder que involucra a tantas personas, no es algo mío personal, aunque está mi vida y mi historia ahí, pero va más allá”.
Cinetiquetas es el resultado de un proceso de más de una década que comenzó con la muestra ReelAbilities México, respaldada por la Fundación Inclúyeme y figuras clave como Rita Romanowsky, Vlady Díaz y Sandra Loza. En 2022, la incorporación de Marta Claudia Moreno dio un nuevo impulso al proyecto, consolidando alianzas con la Red de Museos y fortaleciendo su vocación educativa y social.
Hoy, el festival se presenta como una plataforma que “va más allá de la exhibición de películas: busca transformar la manera en que se conciben y realizan las producciones cinematográficas, promoviendo la accesibilidad integral desde la creación hasta la proyección”.
Un espacio para reconocerse
La actriz Mariana de Tavira, vocera de esta primera edición, llegó al proyecto tras una experiencia personal que la llevó a reflexionar sobre la representación de la discapacidad en los medios, “y fue gracias a una sobrina mía que tiene discapacidad. Me hizo una entrevista para una revista y pensé que me iba a hacer preguntas sobre el teatro, sobre mi carrera, mi trayectoria, qué pienso del cine”.
“Pero mientras me va haciendo las preguntas, me doy cuenta de que todas están enfocadas hacia cuestiones de discapacidad: qué tanto he visto en mi trabajo la integración de personas con discapacidad, con cuántas he trabajado, si he hecho alguna película o una obra de teatro al respecto”, agregó la actriz, respecto a cómo este momento representó un punto de inflexión profesional y personal.
De esa conversación surgió un llamado a la conciencia: “Me pareció muy importante lo que saqué de ahí: mi propia ignorancia o desatención. Y me puse de ejemplo como alguien que necesita crear conciencia, aprender, saber, autoconocerse. No me excluyo de la comunidad, porque es enorme, casi tan grande como la irrepetibilidad de cada ser humano”.
Para la actriz, el festival es una oportunidad de aprendizaje colectivo, “cuando la conciencia se expande, empiezan a pasar cosas concretas: aparecen oportunidades laborales, los temas se tratan más en las historias, se abordan desde la primera persona”, afirmó, “así como las mujeres tuvimos que hacer un gran esfuerzo para visibilizarnos, y todavía continúa, esto puede ser un camino similar”:
Programación inclusiva y accesible
La primera edición de Cinetiquetas contará con una programación en competencia conformada por ocho largometrajes nacionales e internacionales y 22 cortometrajes, todos con perspectiva de discapacidad. Además, habrá una selección especial de películas accesibilizadas, en colaboración con Cine para Imaginar, que incluye El eco, El disfraz de Nicolás y Domingo. Las proyecciones serán en Cinépolis con audiodescripción, subtítulos, audiodescripción escrita y recuadro de Lengua de Señas Mexicana (LSM).
La programación en competencia podrá verse en Cineteca Xoco, Cineteca Nacional de las Artes y la Facultad de Cine; mientras que los cortos se presentarán en las librerías Elena Garro y Rosario Castellanos, del Fondo de Cultura Económica. El país invitado de esta primera edición es Colombia, que participará con películas accesibilizadas en lengua de señas colombiana, una oportunidad para el intercambio lingüístico y cultural con la comunidad sorda mexicana.
El festival también ofrecerá funciones relajadas, diseñadas para infancias y adultos neurodivergentes. En alianza con Cinépolis y Disney, se celebrarán los 30 años de Toy Story con una función especial para niñas y niños autistas, “queremos ampliar la comprensión sobre la accesibilidad”, dijo Martha, “y también implementaremos funciones relajadas para adultos, porque en el universo de la discapacidad los adultos casi no existen”.
Red de accesibilidad
Cinetiquetas se concibe como un proyecto vivo que busca generar herramientas concretas para la inclusión. En esta primera edición se presentará un mapa de accesibilidad, que no solo muestra las sedes del festival, sino las rutas, tiempos y condiciones de accesibilidad para llegar a ellas, “este festival también busca eso: darnos cuenta de lo que sí hay, de lo que falta, y de qué pasos debemos seguir”, explicó Moreno.
Moreno reconoce que el camino apenas comienza, pero está convencida del impacto transformador de este tipo de iniciativas, porque “dos de cada tres personas vivimos en una condición de discapacidad. Somos mayoría. Entonces, poder manifestarlo y estar en un festival donde la mayoría de las personas involucradas pueden libremente decir ‘vivo con tal o cual condición’ ha sido un gran proceso de aprendizaje. Es una cruzada, sí, pero no lo pienso tanto como un reto, sino como una gran área de oportunidad”.
Celebran la diferencia
Más que un evento cinematográfico, Cinetiquetas es un encuentro cultural que invita a mirar la diferencia sin distancia. Su misión: construir un legado audiovisual accesible para la expresión, representación y expansión de la cultura disca, “este festival es un motivo de celebración para la industria del cine”, dijo De Tavira, “que tenga su primera edición es un gran paso, y le deseamos una larguísima vida”.