El nombre de Julio Chavezmontes se vuelve una constante en festivales de cine de corte internacional. El año pasado presentó tres películas en Cannes, siendo su empresa PIANO la primera marca mexicana en tener tres historias dentro de la competencia oficial del festival francés; este fin de semana el productor festejó, a la distancia debido al covid, la Palma de Oro que Ruben Östlund obtuvo por El triángulo de la tristeza.
Chavezmontes y Östlund se conocieron años atrás, cuando el mexicano y su socio Sebastián Hofmann presentaron Tiempo compartido en Sundance, “ambos hemos sido admiradores de Ruben y no es un secreto que su cine fue una influencia importante en Tiempo compartido. Ruben era presidente del jurado y nos dio el premio al Mejor guion, luego distribuimos The Square en cines”, dijo a MILENIO Julio Chavezmontes.
“Después de Sundance se dio la oportunidad de sumarnos al Triángulo de la tristeza; trabajar con él fue una fortuna, fue maravilloso”, explicó Chavezmontes sobre la colaboración con el cineasta sueco que próximamente estrenará su historia en nuestro país, y aunque “no puedo dar detalles del estreno, sin duda llegará a México”.
La productora
Desde hace una década Julio Chavezmontes y Sebastián Hofmann han sido socios y amigos. Con PIANO emprendieron el camino juntos y lanzaron Halley, la ópera prima de Sebastián Hofmann que les dio el premio a la Mejor Película en Sitges, ahí comenzó su historia de éxito en el mundo del cine y desde entonces han logrado con su casa productora más de 50 reconocimientos en festivales como Cannes, Venecia y Rotterdam.
“Lo que hacemos siempre es tratar de ser fieles al espíritu de PIANO, lo hicimos desde nuestra primera película; Halley era una historia de riesgo, y eso buscamos, posibilidades nuevas de cómo contar una historia, cómo expresarse en el cine. Siempre nos emociona cuando leemos algún guion y vemos esa sensación de riesgo palpable”, explicó Julio.
“No se mal entienda cuando digo tomar riesgos, no es ir por el riesgo absurdo, sino el de alguien que se atreve a hacer algo nuevo, distinto; lo más importante, más allá de los premios, es mantener esa consistencia. Nunca nos hemos ido a la segura, jamás hemos hecho una película porque pueda ganar un premio, no entramos en ese cálculo”, agregó Chavezmontes sobre la forma en la que eligen sus coproducciones.
“En el cine nunca nada es fácil, de alguna manera siempre regresas al inicio, pero hay cosas que ahora llegan que antes no. Ya no somos unos chavitos, hay una trayectoria que respalda el trabajo y que genera confianza, hay gente que se acerca a nosotros, pero también hay sueños que perseguir, no por recibir un premio dejaremos de hacer cosas; al final la profesión es la misma con o sin premios, con o sin festivales”, aseguró.
“Con PIANO estamos trabajando en nuevas películas, una de ellas es la nueva película de Lucrecia Martell, me emociona mucho, porque la admiro desde hace años, es una de las artistas más importantes de la actualidad, pero además es una mente privilegiada y poder formar parte de uno de sus proyectos es algo que me emociona mucho, el proyecto ya está en proceso, pero no podemos compartir los detalles”, concluyó el productor.
Y además
En estos diez años han logrado una madurez profesional que inspira confianza a los cineastas más reconocidos; además de Ruben Östlund, los mexicanos suman en su currículo colaboraciones con Leos Carax, el cineasta responsable de Annette (Mejor guion en Cannes 2021); Apichatpong Weerasethakul, con quien hicieron Memoria (Premio del jurado en Cannes 2021); Abel Ferrara y Mia Hansen-Løve. La próxima coproducción de PIANO será con la argentina Lucrecia Martel.
caov