Espectáculos

Cantinflas: Comediante, soldado e ícono del cine mexicano de la posguerra

Mario Moreno tuvo un breve paso por el Ejército, mismo que logró trasladar con su sentido humorístico a la pantalla grande.

En la historia del cine mexicano, pocos personajes han trascendido como Mario Moreno, mejor conocido como Cantinflas. Reconocido por su peculiar humor y su habilidad para “cantinflear”, vivió una etapa poco explorada de su historia: su paso por el Ejército Mexicano, experiencia —real o simbolizada— que se integró a su obra cinematográfica.

Su paso por el Ejército trasladado al cine

Aunque breve, su etapa militar inició el 11 de octubre de 1927 —con tan solo 16 años— cuando se enlistó en el 27° Batallón de Infantería. Al año siguiente, en enero de 1928, al descubrirse que era menor de edad, su padre solicitó la baja debido a que el joven Mario no había cumplido la mayoría de edad.

A pesar de esta corta experiencia, la figura del soldado y los valores militares se convirtieron en un recurso narrativo recurrente y humorístico en sus películas, como en A volar joven (1947) o Un día con el diablo (1945). Esta última, dirigida por Miguel M. Delgado, muestra a Cantinflas interpretando a un soldado que enfrenta con humor y picardía las rígidas disciplinas castrenses. En una memorable escena, al recibir la orden de “¡Firmes!”, responde con su característico ingenio: “¡Está bien, no grite! Si no estoy sordo.”

Fragmento de la película "Un día con el diablo":


Exhiben uniforme en Museo Mario Moreno

Uno de los elementos más reveladores del pasado militar de Cantinflas es su uniforme. La Fábrica de Vestuario y Equipo (FAVE) elaboró una réplica fiel del uniforme que utilizó el comediante. 

Según Diana Lagos, subteniente y sastre de la fábrica; “El uniforme es una réplica lo más apegada a las características de la época, confeccionado en tela gabardina, poliéster algodón, en tonalidad verde olivo con botonadura lisa dorada”, agrega.

Al uniforme le acompañan sus cartucheras y el casco. También incluye las botas, pues en aquella época todos montaban, no solo los de arma de caballería. De acuerdo con los registros con los que cuenta la Defensa, causó su alta en Jalisco y la unidad que estaba operando fue trasladada a Ciudad Juárez, Chihuahua, donde le tocó operar la unidad.

Esta pieza, entregada por la Secretaría de la Defensa, en vísperas de los 32 años desde su fallecimiento, ocurrido el 20 de abril de 1993, ahora forma parte de las más de 17 mil piezas que integran la colección del Museo Mario Moreno. No sólo revive la estética militar de la época, sino que se convierte en un vínculo entre la vida real y la ficción artística que Cantinflas plasmó en sus películas.

La Secretaría de la Defensa Nacional donó al Museo Mario Moreno un uniforme réplica del utilizado por este legendario comediante.
La Secretaría de la Defensa Nacional donó al Museo Mario Moreno un uniforme réplica del utilizado por el comediante. (Foto: Especial)

Ícono de la posguerra

Cantinflas utilizó su efímera experiencia militar como una metáfora para abordar, desde la comedia, la disciplina y la autoridad. Películas como El gendarme desconocido (1941) y A volar joven (1947) muestran cómo logró transformar vivencias personales en narrativas humorísticas y de impacto cultural duradero, según explica Sara Garduño Pérez, curadora del Museo Mario Moreno.

“Justo la pieza nos va a ayudar a contextualizar donde él lleva a sus películas parte de su vida y es también lo que vamos a encontrar en la exposición, y en sus trabajos fílmicos donde él es un soldado”, detalla.

Su breve experiencia militar, resignificada en sus actuaciones, dio forma a una narrativa humorística que conectó con la disciplina y autoridad del ámbito castrense, y la comedia, y sus películas han logrado trascender las pantallas al convertirse en un símbolo cultural de la posguerra.

El soldado “improvisado” o “el peladito” militar no sólo sedujo a las audiencias de la época, sino que permanece como un ícono vigente hasta el día de hoy.

“Si tu agarras (sic) fragmentos de las películas de Cantinflas 
—explica Carlos Cordera, director del Museo Mario Moreno— y los pones, puede ser un Tik Tok perfecto, no podrían hacer mejor Tik Tok hoy en día que una película de 1936 de Cantinflas”.

ksh

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Amílcar Salazar Méndez
  • Amílcar Salazar Méndez
  • Reportero de investigaciones especiales, contador de historias y apasionado de la información.
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