Los Juegos Olímpicos de México en 1968 fueron los primeros en desarrollarse en una nación latinoamericana y de habla hispana, por lo que fueron la oportunidad de los atletas nacionales de ponerse en el radar del deporte mundial.
En esta edición de la justa olímpica, la delegación mexicana estaba conformada por 275 deportistas, 233 hombres y 42 mujeres, quienes consiguieron colgarse nueve medallas; tres de oro, tres de plata y tres de bronce
Felipe ‘Tibio’ Muñoz
Con apenas 17 años de edad, el Tibio se impuso de una manera dramática e inesperada al campeón soviético Vladimir Kosinsky en la final de los 200 metros de pecho, para subir al podio olímpico con el oro en el pecho, gracias a 2:28:07 en el cronómetro.
Tras dejar las albercas, Felipe fue diputado para el Partido Revolucionario Institucional en la LXII Legislatura, del 2012 al 2013; Muñoz actualmente está jubilado.
Ricardo ‘El Picoso’ Delgado
El Picoso, mote que se ganó por su alta intensidad y temperamento sobre el ring, obtuvo la medalla de oro en peso mosca (51 kilogramos) al derrotar por decisión unánime al polaco Arthur Olech, para terminar la justa con una marca de 5-0.
Hoy en día, Delgado radica Cancún, donde fue preparador físico de Seguridad Pública en el municipio de Benito Juárez, pero ahora es entrenador en un gimnasio, además de impartir clases en el colegio Kukulcán.
José Pedraza Zúñiga
El Sargento hizo un tiempo de 1:30 horas para ganar la medalla de plata en los 20 kilómetros en marcha. En los últimos 300 metros de la competencia, dejó atrás al soviético Nikolai Smaga, aunque no pudo rebasar al ruso Volodimir Golubnichi, quien se llevó el oro.
Tras su segundo lugar en el podio, Pedraza se dedicó a ser entrenador de caminata en la Ciudad de México. Falleció el 1 de junio de 1998, víctima de un mal hepático.
María del Pilar Roldán
La Sala de Armas de la Cuidad Deportiva de Magdalena Mixhuca fue el escenario en el que Roldán se adjudicó la presea de plata en el florete individual de esgrima. Quedó detrás de la soviética Elena Novikova y por encima que la húngara Ildiko Ujlary, ya que tenía mejor diferencia de golpes.
Entre recuerdos de su hazaña, el próximo 18 de noviembre, la medallista olímpica cumplirá 80 años, los cuales celebrará en Puerto Aventuras, Quintana Roo, ciudad donde radica junto a su familia.
Álvaro Gaxiola
Los clavados dieron una medalla de plata a través de Álvaro Gaxiola, quien se convirtió en el tercer clavadista en subir al podio olímpico. Después de cinco ejecuciones sobre la plataforma de 10 metros, lideraba la competencia, pero el naturalizado italiano Klaus Díbiasi, se anotó un puntaje de 164.18, gracias a su último clavado para quedar por encima de Gaxiola por 10 unidades.
El atleta falleció a los 66 años en su natal Guadalajara, el 16 de agosto de 2003, al perder la batalla contra el cáncer.
Antonio Roldán
En la última jornada del pugilismo olímpico, sobre el ring de la Arena México, Roldan les dio a los mexicanos otra razón dorada para festejar. En la categoría de 57 kilogramos, venció en la pelea final al estadunidense Albert Robinson, quien fue descalificado haciendo caso omiso a las advertencias el réferi.
Cuando se retiró del boxeo fue taxista y con 73 años, hoy se dedica al hogar y a su negocio de barbacoa.
Agustín Zaragoza
El oriundo de San Luis Potosí sumó la cuarta presea que el pugilismo aportó al medallero tricolor en los Juegos Olímpicos de México 1968. Aunque su división era el peso welter, Agustín tuvo que subir de categoría, al peso medio, para representar a nuestro país, competencia en la que se colgó el bronce en los 75 kilogramos.
A pesar de su éxito, no puedo dar el salto al profesionalismo, por lo que se dedicó a ser entrenador y cuenta con un carnet internacional que lo acredita como juez de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur.
Joaquín Rocha
Con apenas 20 meses practicando box y 11 combates de experiencia, Rocha rompió todos los pronósticos y se subió al podio en la categoría más de 81 kilogramos colgándose el bronce y última medalla nacional en la justa.
El hoy pensionado, se dedicó a entrenar boxeadores del ejército, además impartir clases de acondicionamiento físico en el IMSS. Lamenta el olvido del que sufren él y sus compañeros medallistas.
María Teresa Ramírez
Con un tiempo de 9:38:05 minutos y 14 años, Teresa escribió su nombre en la inmortalidad olímpica al ganar el bronce en los 800 metros estilo libre, convirtiéndose en la primera mujer en conseguir una presea en esta disciplina.
Después de su trayectoria en la natación, se retiró y estudió la licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad Iberoamericana, y a sus 65 años de edad, trata de mantenerse en forma nadando mil 500 metros a lo largo de la semana.
eml