Salida a hombros de Sebastián Castella

Con broche de oro culminaron las corridas de aniversario 2020 de la plaza Nuevo Progreso de Guadalajara, tras una primera parte para el olvido, en los últimos tres toros llegó el triunfo que anhelaban los cerca de cinco mil aficionados.

Sebastián Castella, se topó con Barquero herrado con el número 360 de 510 kilos de peso, y bordó el toreo con deletreados pases tan profundos como largos. El noble toro de Arroyo Zarco permitió que desbordara temple en los naturales y derechazos que se fueron hilvanando y rubricó con pases del desde y auténticos forzados de pecho. Una de las mejores faenas de Castella en Guadalajara. Conforme avanzaba la faena se incrementó la petición de indulto, y la autoridad, como está de moda en estos tiempos, pareció otorgar el indultó a mano alzada, es decir, cuando gran cantidad de pañuelos se agitaban en el tendido. Un indultó a un toro que pasó prácticamente de noche el primer tercio debido a que solo se le señaló un puyazo. Es importante marcar, que aun con el indultó, el público no sacó al ganadero a dar la vuelta al ruedo. Vuelta para Castella debido a que en Guadalajara no se otorgan trofeos simbólicos.

Uriel Moreno El Zapata, con su toreo, con aroma a añejo, trajo frescura al Nuevo Progreso por lo variado de su repertorio. Con su primero que regateaba las embestidas abrevió.

Con el que complementó su lote, de la ganadería de Campo Hermoso, que sustituyó a Querido de Arroyo Zarco, que se inutilizó al partirse los pitones. Puso a la plaza de pie, al cubrir el segundo tercio, resaltando su aclamado Par de la Monumental, que le valió dar la vuelta al ruedo al culminar las banderillas. Su labor con muleta fue de más a menos, debido a que el toro se quedó aplomado, sin embargo, porfiando le logró cortar la oreja tras dejar una estocada entera contraria.

Los mejores momentos de Leo Valadez fueron con Inolvidable, lidiado en tercero, al cual le instrumentó derechazos de calidad aprovechando las pocas embestidas de su oponente que terminó regateando las embestidas. Con el cierraplaza un toro que terminó pegado al piso, había muy poco por hacer. En conjunto, la actuación de Leo Valadez, fue del agrado de los aficionados.

JMH

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