La aplastante victoria de Philadelphia en el Súper Bowl, arruinó los planes del Chiefs Kingdom en Guadalajara, que se quedó con las ganas de hacer historia y presenciar el tricampeonato de los Jefes.
Desde la previa se sentía el optimismo de parte de los más de 200 aficionados, que aplaudían y alentaban cada que veían a sus ídolos en las pantallas a la espera de la hazaña.
Sin embargo, el correr de los minutos y la actuación dominante de los Eagles fue apagando los ánimos, aunado al mal juego que ofreció Kansas.
Los gritos, se convirtieron en rostros de preocupación y los que estaban de pie ante el nerviosismo, optaron por buscar un asiento al ver como a los Chiefs les pasaban por encima.
Con 24 puntos abajo al finalizar la primera mitad de una piedra muy pesada en la espalda y aunque algunos se mantenían optimistas, la nula producción ofensiva en Nueva Orleans acabó pronto con los sueños de tricampeonato.
Aunque se mantuvieron estoicos hasta el final del encuentro y encontraron su recompensa con un par de anotaciones, la fiesta, como sucedió en los últimos dos años, no se pudo prolongar. Philadelphia les arrebató el sueño.
MC