La eliminación de los Toros del Celaya cayó muy mal en la afición del cuadro guanajuatense, cuya reacción fue la invasión al campo al Estadio Miguel Alemán tras terminar el juego de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Expansión, tras empate sin anotaciones con la Jaiba Brava del Tampico-Madero.
Enojados por lo acontecido en el choque de Liguilla, un grupo de seguidores comenzaron con el altercado con elementos de seguridad privada. Algunos estaban en el terreno de juego y tras una discusión, los encargados de la vigilancia empezaron a agredir y retirarlos de forma violenta, con abuso de la fuerza, aumentando la tensión.
Desde ese momento comenzó el descontrol. Todavía en el pasillo que divide el césped hubo gritos, reclamos, al grado de meterse a la cancha en mayor número. Uno de los motivos, aseguraron en las redes sociales, fue el actuar prepotente del personal, para así invadir en mayor número, quedando rebasada la seguridad en número.
Con la mayoría de los asistentes retirándose, fueron aproximadamente 30 espectadores involucrados de acuerdo a las imágenes compartidas en plataformas digitales. Tras los empujes como el caos, al final el asunto no pasó a mayores, destacan informes de medios locales y usuarios presentes en el espectáculo deportivo.
Ni la franquicia celayenses como la Liga de Expansión dió una postura de lo acontecido. Ni los jugadores como cuerpos técnicos de la escuadra local y el visitante, calificado a las semifinales tras imponerse en el global por la mínima diferencia luego de 180 minutos de esta eliminatoria.
El club había registrado este sábado la mejor entrada del torneo Clausura 2025, alrededor de 8 mil personas, teniendo que habilitar las cabeceras detrás de las porterías, comúnmente cerradas en los juegos de la fase regular.