Un grupo de seguidores de la Universidad de Chile apedrearon este jueves el autobús del Lanús en su camino al estadio Nacional de Santiago para disputar el partido de ida de la semifinal de la Copa Sudamericana de Conmebol, en un nuevo incidente entre chilenos y argentinos.
El ataque al autobús argentino se produjo apenas dos horas antes del arranque del encuentro, en los alrededores del escenario deportivo, en el barrio de Ñuñoa, que estaba con escasa protección debido a que el partido se disputa sin público por la sanción que acarrea el equipo local por los incidentes violentos de su hinchada en el partido de vuelta de los octavos de final contra Independiente de Avellaneda en Argentina el pasado 20 de agosto.
La noticia de los desórdenes fue difundida por el futbolista del equipo argentino Eduardo ‘Toto’ Salvio, quien subió imágenes a las redes sociales con la frase "así nos reciben los hinchas locales. No cambiamos más, no mejoramos más. ¡Lamentable!”.
???????????? Agredieron el micro de Lanús yendo al estadio Nacional de Chile
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) October 23, 2025
???? IG/Toto Salvio pic.twitter.com/HcfX8RGHTV
En la mañana del jueves, el gobierno de Argentina anunció una serie de sanciones contra cerca de un centenar de seguidores de la U por la batalla campal en las gradas de Avellaneda, que supuso la suspensión del partido y la clasificación de "La U" al considerar la Conmebol que la culpa fue por la falta de seguridad en el recinto.
“Que las acciones llevadas por dichos simpatizantes generaron un clima de violencia entre ambas parcialidades, motivando que los simpatizantes locales comiencen a movilizarse desde su lugar de ubicación hacia el sector de tribuna “Sur Alta”, con motivo de enfrentar a los agresores, lo que llevo a una confrontación entre ambas facciones, que culminó con varios simpatizantes de la Universidad de Chile heridos”, asegura el documento del ministerio de Interior.
Según la versión oficial, los incidentes se produjeron cuando las dos barras se enfrentaron por unas pancartas. Al parecer los hinchas locales trataron de quitarlas y los aficionados visitantes contestaron lanzando butacas, urinarios, y otros objetos contundentes a los rivales que estaban debajo, e incendiaron parte de las gradas.
Una vez desalojada la grada visitante, un grupo de seguidores de Independiente lograron romper los cordones de seguridad y atacar a los violentos visitantes rezagados, uno de los cuales cayó empujado al vacío y sufrió heridas graves.
CIG