Treinta años después de la proeza de haber alzado en alto el último trofeo del club como campeón de Liga en Primera División, el ex jugador del Puebla de La Franja, Roberto Ruiz Esparza, sentenció que lo hecho tres décadas atrás con los Camoteros fue gracias a la combinación de factores, que no sólo incluía talento deportivo de sobra, sino también una estructura económica importante detrás que obligaba al cuadro a lograr el título.
"No eran como hoy, hoy hay muchos préstamos, jugadores van y vienen cada seis meses, se mueven muy rápido, no hay una base, ¿cuánto costaba ese equipo?, ese plantel, uno, prácticamente todos pertenecíamos a la institución, dos, el tema de sueldos, los premios, porque teníamos unos premios la verdad muy buenos, era un equipo muy caro, el equipo como era caro, tenía un gran plantel, tenía una obligación, esa obligación era ser campeón, ganar".
Dentro del marco del trigésimo aniversario del segundo campeonato de Liga de La Franja, Ruiz Esparza Oruña reveló que para la institución ha sido sumamente complicado el volver a figurar en las finales, por los constantes cambios de directiva que se han dado con el paso de los años, donde para competir dentro de la estructura del futbol actual es sumamente complicado estar a la altura si se cuenta sólo con capital propio como ha sucedido durante muchos años con el club angelopolitano.
"El equipo ha cambiado mucho de manos, de dueños, de ideas, de la forma en cómo manejar los equipos, ha habido muchas personas que son los que se dedican a elegir a los jugadores que van a venir, cada seis meses lo están moviendo, es muy difícil que un equipo con tanto movimiento de jugadores logre ser contundente. Hoy no puede competir una familia como lo fue mucho tiempo una familia dueña del equipo, otra familia, los López Chargoy que pusieron su empeño, Paco Bernat que lo hizo, el mismo grupo cuando fuimos campeones con Emilio (Maurer), (Arturo) Migoya, Lalo Cue, Manuel Rivera, el tío de Emilio, hoy no aguantan tener un equipo así".
Sobre lo que más recuerda de aquella noche en la que el cuadro blanquiazul dio cuenta en el juego de vuelta de los Leones Negros de la U de G para lograr el campeonato de la temporada 89-90, sentenció que sin duda alguna el momento más especial en su carrera fue cuando levantó la copa que los acreditó como monarcas del circuito, en una campaña que resultó de ensueño, al consagrarse a la postre también como campeón de campeones.
"Es que lo único y lo que me dejó marcado fue el momento en el que termina Bonifacio Núñez, pita el final, Pablo (Larios) y yo levantamos la mano y salimos a festejar, y lógicamente el momento de levantar la copa, el momento en que me da la copa el presidente de la Federación, Jesús Reynoso, levanto la copa, ese es el momento más bonito de mi trayectoria como jugador".
En ese sentido, el afamado "Capitán" recalcó que para él, como poblano, es sin lugar a dudas un orgullo el haber formado parte de aquella nómina de jugadores que hicieron historia con La Franja, que si bien ha tenido otros momentos importantes, ninguno como en aquella noche de 1990 que puso a soñar a toda una entidad.
"Soy poblano, nací y crecí en Puebla, me eduqué en Puebla, tengo al equipo en el corazón desde muy chico. Yo siento algo muy bonito, muy orgulloso y muy honrado de haber representado como poblano a los poblanos dentro de la cancha, de haber sido el capitán, de haber sido el que levantó el trofeo, no tengo más que palabras de agradecimiento para la gente de Puebla", finalizó.
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