El jugador del Milan, Kevin Constant, fue víctima de un platanazo durante el encuentro frente al Atalanta.
El jugador de origen guineano se dirigió con el árbitro con el plátano en la mano para mostrar el objeto que a él y a su compañero Nigel de Jong le fueron arrojados.
Al final del encuentro el entrenador del Milan, felicitó al equipo por seguir jugando y dejar pasar el momento de racismo desde la tribuna.
"Espero que atrapen pronto al culpable", comentó Clarence Seedorf.
Es la segunda muestra de racismo que se vive en un estadio de Europa en un mes, el primer episodio se dio en españa durante el duelo entre Villarreal y Barcelona hacia el jugador brasileño Dani Álves.