Los mejores equipos son los que terminan coronándose. Parece ser una regla universal en el deporte, pero hay excepciones, sobre todo en los formatos donde se disputan playoffs, como en la NFL. Porque acabar como el mejor equipo de la Conferencia Americana o Nacional no solo no garantiza que ganarás el Super Bowl, tampoco que llegarás a esa instancia.
Este año, los Kansas City Chiefs y los Detroit Lions acabaron en la primera siembra de la AFC y la NFC, respectivamente, ya que ambos tuvieron 15 victorias y dos derrotas, con lo que evitaron la ronda de comodines y se presentarán en estos playoffs desde la ronda divisional, con el derecho de jugar ese partido y un hipotético avance a los Juegos de Campeonato en calidad de locales.
Su calidad es indiscutible y son los dos rivales más fuertes en el camino a Nueva Orleans, pero en la NFL nada está escrito y saldrán a demostrar ese favoritismo que se les tiene en los pronósticos.
Diferentes resultados
Desde el inicio del milenio, los Rams (2000), Patriots (2004, 2015 y 2017), Saints (2010), Seahawks (2014), Broncos (2016), Eagles (2018) y Chiefs (2023) han ganado el Super Bowl después de terminar en la cima de sus conferencias. De esa vez, solo Nueva Orleans (13-3 contra 14-2 de Indianápolis), y Denver (12-4 contra 15-1 de Carolina) no terminaron con el mejor récord de la temporada regular, ya que los equipos a los que derrotaron en el Gran Juego tuvieron mejor marca.
Otros primeros sembrados no han tenido la fortuna de cargar el trofeo Vince Lombardi, pero se quedaron cerca. Están los que perdieron el Súper Domingo como los Giants (2001), Rams (2002), Raiders (2003), Eagles (2005 y 2023), Seahawks (2006 y 2015), Bears (2007), Patriots (2008, 2012 y 2018), Colts (2010), Broncos (2014), Panthers (2016), 49ers (2020 y 2024) y Chiefs (2021).
También están los líderes de conferencia que se quedaron en los Juegos de Campeonato como los Steelers (2002 y 2005), Eagles (2003, 2004), Falcons (2013), Saints (2019), Chiefs (2019), Packers (2021) y Ravens (2024).
Pero la situación que más alarma es la de aquellos equipos que fueron sorprendidos en la ronda divisional, apenas en su debut en playoffs. Tenemos a los Titans (2001, 2009 y 2022), Colts (2006), Chargers (2007), Cowboys (2008), Giants (2009), Patriots (2011), Falcons (2011), Packers (2012), Broncos (2013), Cowboys (2017), Ravens (2020 y 2024) y Packers (2022) como esos equipos a los que la semana de descanso y la ventaja como local no les ayudó para ganarle a sus rivales, una situación que Kansas City y Detroit no querrán vivir este sábado.
Aunque Houston es un equipo repleto de lesiones, los Chiefs no pueden confiarse, ya que Patrick Mahomes, Travis Kelce y varios titulares vienen de un descanso de 24 días y podrían arrancar un poco lentos, si bien lucen como favoritos por más de una posesión y el Arrowhead Stadium es un escenario hostil para los visitantes.
Los Lions han sido una maquinaria ofensiva casi imbatible en el Ford Field y Jared Goff ha aprovechado a la perfección a un arsenal repleto de jóvenes figuras, pero la defensa apenas ha comenzado a recuperarse de lesiones y tendrán que contener a Jayden Daniels para evitar sorpresas y conservar ese estatus como el partido más desequilibrado, por lo menos en el papel.
Más importante que el MVP
Los otros juegos tendrán a tres de los jugadores más relevantes de la campaña. Tras eliminar a los Vikings de 14 victorias, los Rams se meterán al gélido clima de Filadelfia para tratar de repetirle la dosis a los Eagles, que también ganaron 14 partidos. No la tendrán nada fácil ante Saquon Barkley, el mejor corredor de la actualidad.
El último partido pinta para ser el más reñido. Lamar Jackson liderará a los Ravens ante Josh Allen y los Bills, en un choque en el que ambos quarterbacks querrán dejar atrás los fantasmas del pasado y establecer el éxito en enero. Tanto Barkley como Jackson y Allen son candidatos al MVP, pero en estos momentos, el éxito colectivo es su prioridad.
RGS
