El rugido del futbol americano regresa con el partido inaugural de la temporada 2025-26 de la NFL. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que con uno de los enfrentamientos más encarnizados de la liga? Los Dallas Cowboys y los Philadelphia Eagles se verán las caras en el Lincoln Financial Field, en una repetición del partido inaugural de hace 25 años, aunque ahora con realidades diametralmente opuestas.
Por un lado, tenemos a unos Eagles que inician la campaña con el deseo de conquistar el tercer trofeo Vince Lombardi de su historia y aprovechar el gran momento por el que vive la franquicia, mientras que los Cowboys siguen siendo el equipo más popular y valioso del mundo… pero con muchas dudas con respecto a las decisiones tomadas desde el escritorio y poca claridad en cuanto al final de su sequía de trofeos.
El reinado de Philly y el fantasma de la complacencia
Los Philadelphia Eagles no solo llegan como los actuales campeones del Super Bowl, sino que lo hacen con un estatus dominante, con un récord de 14-3 en la temporada pasada y una victoria aplastante de 40-22 sobre los Kansas City Chiefs en el Super Bowl LIX. Para este partido, la casa de apuestas los tiene como favoritos por ocho puntos, por lo que podrían ganar incluso por más de una posesión de diferencia.
El éxito de Filadelfia se cimenta en un talento joven y ascendente, encabezado por el corredor estelar Saquon Barkley y el quarterback Jalen Hurts, sin olvidar otros elementos explosivos como los receptores A.J Brown y DeVonta Smith, la mejor línea ofensiva de la NFL comandada por Lane Johnson y Jordan Mailata, además de defensivos en ascenso como Jalen Carter en las trincheras, Zack Baun como linebacker y los secundarios Quinyon Mitchell y Cooper DeJean, que entran a su segunda temporada tras ser finalistas al Novato Defensivo del Año.
El dueño del equipo, Jeffrey Lurie, y el gerente general, Howie Roseman, han aprendido la lección de 2018, un año en el que, a pesar de venir de ganar el Super Bowl LII, el equipo se estancó y no volvió a ganar en playoffs hasta 2023. Ahora, el enfoque está en la sostenibilidad a largo plazo, manteniendo a los jóvenes talentos y no aferrándose a veteranos. Este año, con una escuadra más joven y saludable, la directiva ha dejado claro que el pasado se queda en el pasado.
TE RECOMENDAMOS:
Y la mentalidad se ha contagiado en el roster. El head coach Nick Sirianni se rehúsa a usar la palabra "repetir" un campeonato, y sus jugadores, incluido Hurts, han demostrado que su foco está en el presente, no en los logros del año anterior. Como señaló Jordan Mailata, "no defendemos nada. Simplemente ganamos el título, y ahora tenemos que ir a ganarlo de nuevo". Es un enfoque de "año con año" que busca evitar la resaca del Super Bowl y la complacencia.
Dallas está a la deriva
Del otro lado, la situación es turbulenta para los Cowboys. La temporada pasada fue una catástrofe que los dejó fuera de los playoffs con un récord de 7-10. La lesión del quarterback Dak Prescott, que lo marginó por más de la mitad de la temporada, fue un duro golpe del que no pudieron recuperarse.
Para colmo de males, el equipo se ha visto debilitado por la salida de su pilar defensivo, Micah Parsons, quien fue canjeado a los Green Bay Packers en uno de los movimientos más desconcertantes, incluso cuando el dueño Jerry Jones aseguró que adquirir al tackle defensivo Kenny Clark y dos selecciones de primera ronda de 2026 y 2027 los deja en buena posición y satisface una necesidad en las trincheras.
La realidad es que este movimiento no solo ha minado la moral de la Estrella Solitaria, sino que también ha ahondado la brecha en las proyecciones de las casas de apuestas, que ahora les dan pocas o nulas posibilidades de triunfo no solo para este partido, también en sus aspiraciones de postemporada. Incluso cuando CeeDee Lamb y George Pickens son dos receptores de calidad comprobada y tienen en Brandon Aubrey al mejor pateador de la Liga, la falta de un ataque terrestre y la pérdida de Parsons, en quien habían construido la defensa, parece ser un mal augurio en el primer año de Brian Schottenheimer como head coach.
Este enfrentamiento no es solo el inicio de una nueva temporada, es también una oportunidad de ver dos caminos muy distintos muy de cerca cerca. Mientras Filadelfia ha puesto los cimientos en busca de una dinastía joven y hambrienta de más gloria, Dallas lucha desesperadamente por encontrar un rumbo que le permita volver a la senda del triunfo, ya que no ha ganado el trofeo Vince Lombardi desde 1996.
¿Podrán los Cowboys dar la sorpresa en el territorio del campeón, o será la victoria de unos Eagles que quieren demostrar que el pasado no los define?
RGS
