La primera exposición integral sobre la trayectoria cinematográfica de María Félix (1914-2002) será abierta el próximo día 26 en la Casa de la Primera Imprenta de América, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
El vestuario de 13 roles cinematográficos permitirá recordar a La Doña en sus caracterizaciones para las cintas Amok, La mujer de todos, Río Escondido, Mare Nostrum, Maclovia, Hechizo trágico, Camelia, Café Colón, La Cucaracha, Juana Gallo, La Bandida, La Valentina y La Generala.
Organizada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en colaboración con la Fundación María Félix, la exhibición María Félix: belleza cautiva fue curada por Hanzel Ortegón y Gonzalo Rodríguez, y podrá ser visitada hasta el 27 de febrero de 2016.
La retrospectiva, explicaron sus organizadores, se sustenta en el estudio de especialistas, quienes, desde un enfoque histórico, abordan la trayectoria de la actriz por medio de vestuario original, documentos, accesorios e imágenes fotográficas la carrera de esta actriz. Ponen énfasis en su presencia internacional.
El formato de 35 milímetros atestiguó sus dotes de actriz en 47 filmes, en los que fue dirigida por directores como Antonio Momplet, Rafael Gil, Emilio Fernández, Luis Saslavsky, Carmine Gallone, Richard Pottier, Jean Renoir, Yves Campi y Luis Buñuel, entre otros.
María Félix compartió escenarios internacionales con figuras como Rossano Brazzi, Vittorio Gassmann, Carlos Thompson, Jean Gabin, Yves Montand y Gérard Phillipe.
El vestuario es el hilo conductor de esta exposición, con selectas piezas como rebozos, joyería, sombreros y diversos accesorios presentes en sus largometrajes.
Destaca la oportunidad de apreciar la falda o zagalejo de seda usado por María Félix en la filmación de La china poblana, hoy perdida.
El público tendrá oportunidad de obtener contenidos visuales precisos sobre los largometrajes y la vida personal en una sala de interpretación infográfica.
En paralelo, la amplia muestra conducirá al visitante a través de las emociones familiares, los amores fulgurantes y la maternidad socorrida por el amparo de los amigos de la actriz.
La admiración absoluta hacia la actriz fue recreada en pintura, música y diseño, las que, de alguna manera, expresan su lucha por llegar a la cúspide en aquella profesión de escala internacional, en consonancia de la sofisticación propia de la exquisitez, el esplendor y la opulencia.
La muestra será acompañada por un ciclo de cine hecho por María Félix en Europa y Sudamérica, con la proyección de largometrajes de difícil acceso, como Mesalina, Mare Nostrum, La bella Otero y La pasión desnuda, entre otros.