Ha llegado la hora de volver a Garganta Profunda. El caso Trump y la trama ucraniana hacen obligatoria la relectura de Watergate, el libro biográfico de una investigación periodística que hizo dimitir a Richard Nixon de la presidencia de los Estados Unidos.
¿La causa? Los pinchazos de espionaje al la Convención Demócrata de 1972. El emblemático caso, comenzó en junio de 1972 y terminó con la renuncia de Nixon, en agosto de 1973. Los interesados también pueden ver la cinta Todos los hombres del presidente, en la que Robert Redford y Dustin Hofmann dan vida a Carl Bernstein y Bob Woodward, los reporteros del Post que investigaron las tuberías de aquella oscura conspiración.
En febrero de 2009 se estrenó en México la película Frost-Nixon la entrevista del escándalo, dirigida por Richard Howard y con Frank Langella (Nixon) y Michael Sheen (David Frost). El periodista británico entrevistó al expresidente en 1977. Frost murió en 2013 en el Mar Mediterráneo. El filme fue nominado al Oscar como Mejor Película. En aquella conversación de los setenta, el reportero logró acorralar a Nixon y le obligó a confirmar que había mentido al pueblo estadunidense.
Watergate (el nombre del hotel en donde se llevó a cabo la Convención Demócrata) y aquella charla se convirtieron en pieza letales para el final político del inquilino 37 de la Casa Blanca, quien murió el 22 de abril de hace 25 años, en Manhattan, Nueva York. Un día después Gerald Ford asumió el cargo vacante.
Ahora Donald Trump, a quien Woodard le dedicó una investigación en 2018 (Miedo, publicada por Rocaeditorial en español), enfrenta un proceso de destitución por abuso de poder y obstrucción al Congreso de la Unión Americana. Esta es la tercera vez que un mandatario enfrenta un juicio político en el Senado. La presienta de la Cámara, Nancy Pelosi, ha declarado que se está defendiendo la democracia del pueblo.
En las investigaciones de Bernstein y Woodward también participó Seymur Hersh, del New York Times, quien les respondió: “Conozco perfectamente a esos tipos. La más típica característica de esta administración es la mentira”.
Tampoco la verdad es la identidad de la administración de Trump, quien ha obstaculizado las investigaciones que buscaban aclarar la trama rusa en la campaña presidencial y la conspiración contra Hunter Biden, hijo de Joe Biden, precandidato demócrata. Las pesquisas han demostrado que, en efecto, Trump chantajeo al presidente de Ucrania para golpear sus rivales políticos y económicos.
Ha llegado la hora de volver a Garganta Profunda (el sobrenombre del topo que filtró la información) porque las páginas del Post de hace 27 años (recomendable también Miami y el sitio de Chicago, de Norman Mailer) revelan los profundos túneles de la justicia, la política y los intereses económicos que conforman la política estadunidense. Aunque la destitución de Trump parece imposible, la literatura, el cine y el periodismo siempre confortan.
lnb