Año con año el fuego de la tradición del Jueves de Corpus o como comúnmente se conoce “Las Mulitas” se extingue, se debilita, y parece estar condenado a desaparecer.
Ya son pocas las familias que se reúnen a revivir esta llama, que hace décadas era visible y luminosa.
En las inmediaciones de la Catedral de Toluca apenas siete pequeños puestos tendidos sobre el suelo sostienen esta tradición, todos herederos del talento, la creatividad y el oficio de confeccionar a mano estas pequeñas piezas, que bien merecen estar en un museo.
Se extingue tradición de “Las Mulitas”
Desde hace una década, las y los comerciantes han notado como poco a poco esta tradición va perdiendo fuerza, y ya no es atractiva para las nuevas generaciones, a pesar de la belleza de cada una de sus piezas, lo económicas que son o incluso la fe que transmiten.
Antes, recuerdan, eran más de 12 los puestos que se tendían y en donde mostraban su talento y ofrecían desde pequeñas “mulitas” hechas a base de materiales como hoja de maíz, madera, pedacitos de listón, entre otros.

También se podían ver “guacalitos” de madera, en los que se colocaban piezas de barro como platos o jarros y que coronaban los trajecitos de manta y rebozos con los que se vestía a niñas y niños.
Desde la pandemia no han logrado recuperarse
Sin embargo, refirieron, a partir de la pandemia de covid-19, esta tradición no ha logrado recuperarse, y cada vez, menos niños se ven en la Catedral de San José, en esta fecha tan especial.
Ahora, no solo son pocos los puestos en los que se ofrecen estas “mulitas” desde los cinco, 10, 15 o 25 pesos, también son pocos los que se acercan a recordar el “Jueves de Corpus”.

Para este año, esta celebración se empató con el Santo Jubileo que se vive en la Catedral de Toluca, por lo que el arzobispo metropolitano de Toluca, Raúl Gómez González, encabezó una pequeña procesión, que tuvo como centro el Santísimo Sacramento.
kr