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Ruptura

La práctica de la arquitectura en México tuvo un gran auge durante el desarrollo internacional del modernismo.

La arquitectura es una disciplina artística que se caracteriza por su lentitud. El proceso que comienza con el boceto de una obra arquitectónica recorrerá un largo camino hasta convertirse en un edificio concreto. Durante dicho proceso, la idea inicial habrá de transformarse múltiples veces hasta estar lista para ser construida. El factor económico del proyecto es quizá el elemento que más impacto tiene sobre el concepto original. La influencia del dinero sobre la arquitectura tiene tal grado de relevancia en el resultado final del proceso proyectual que se convierte en un elemento de carácter normativo.

La práctica de la arquitectura en México tuvo un gran auge durante el desarrollo internacional del modernismo, movimiento que repercutió intensamente en la sociedad y en la política mexicana desde 1920 hasta el final de la década de 1960. La economía mexicana creció a un ritmo impresionante en el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales y sus correspondientes períodos de posguerra. La industria pesada de los países industrializados de aquella época estuvo dedicada casi totalmente a la producción de armamento, lo cual dio un gran valor a los productos manufacturados en México, que no participó activamente más que en la Segunda Guerra Mundial y lo hizo de modo simbólico, casi sin armas de producción propia.

En consecuencia el nivel de la arquitectura mexicana de las cuatro décadas de auge económico en el país es de calidad notoriamente superior a la que se ha hecho desde entonces, sobre todo en lo que respecta a las obras públicas.

En los últimos 50 años se ha construido más obra pública que en el período anterior, pero ciertamente lo que se ha edificado en los rubros de arquitectura sanitaria, cultural, gubernamental y la infraestructura de transportes en general, carece de la densidad conceptual y del valor artístico patrimonial de sus predecesores.

Este punto de ruptura en la arquitectura mexicana tuvo repercusiones en la calidad de la obra pública en nuestro país, que se hicieron patentes con mucha claridad en el que podríamos identificar como el último gran proyecto cultural y educativo promovido por los gobiernos revolucionarios: el Centro Nacional de las Artes, terminado en 1995. El proyecto completo fue encargado por el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari al arquitecto Ricardo Legorreta. Sin embargo, debido al poco tiempo que se le dio al arquitecto para completarlo, este solo se ocupó del plan maestro y del edificio central, además de la escuela de artes plásticas. Los demás edificios fueron encargados a otros equipos de arquitectos, entre los que se contaban Teodoro González de León, Enrique Norten, Luis Vicente Flores, Alfonso López Baz y Javier Calleja. La solución apresurada y el resultado general del conjunto son una expresión muy clara del momento decadente en el que edificó la obra.

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Lorenzo Rocha
  • Lorenzo Rocha
  • arquitectonicos@gmail.com
  • Arquitecto mexicano y maestro en teoría crítica. Su interés se centra en el uso experimental del espacio. Autor de los libros Arquitectura crítica y Comunidad en obra, el más reciente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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