Cantante que se inició en la música antigua en 2008, bajo la guía de Rita Guerrero, Ileana Ortiz ha visto en años recientes cómo ha crecido el interés en México por esta época. Sin embargo, también se daba cuenta de que, mientras había mucha atención hacia los repertorios europeos, no la había tanto por la música virreinal.
Para rescatar y dar vida nueva a este legado cultural, con la complicidad del abogado Juan Ortiz, gran entusiasta de las artes, y Jean-Christophe Candau, director del ensamble francés Vox Cantoris, ha creado Patrimonio Musical de la Nueva España (PMNE). Aunque ya ha realizado diversas actividades, la asociación civil se presentará formalmente mañana a las 19:00 horas en el Centro Cultural Elena Garro (Fernández Leal 43, Coyoacán). Además de una charla sobre lo que es la asociación.
Estudiante del Conservatorio de Bordeaux, en Francia, Ileana cuenta en entrevista con MILENIO que cuando conoció a Luis Lledías, musicólogo mexicano especializado en la música de las instituciones femeninas, descubrió un nuevo mundo en nuestro pasado. “Gracias a Lledías, quien desafortunadamente falleció el año pasado, inicié una investigación alrededor de la música de Sor Juana Inés de la Cruz y cómo era vida musical de los conventos y la Catedral de México.”
Para explorar y difundir la música barroca, fundó el ensamble Speculum Amoris, con el que se presentó en el Festival Ágape en Saltillo y el Festival Internacional Cervantino en Guanajuato. “Con este ensamble me di cuenta de que en México hay un interés creciente por la música antigua, pero que, lamentablemente, hacemos mucho esfuerzo por la música europea sin ‘saber’ que en México contamos con un riquísimo repertorio que data a partir del siglo XVI.”
Una suerte de antropología
En el Festival Ágape conoció a Candau, director apasionado de la investigación de la música antigua, de quien ha aprendido, dice Ileana, “a hacer una suerte de antropología con los repertorios antiguos. Candau busca la fuente primaria de la música que interpreta, preguntándose cuál era la misión de un cantor en la época medieval, del renacimiento o del barroco… ¿Qué nos transmite, por ejemplo, una notación antigua, un manuscrito?”.
Sus pláticas desembocaron en una invitación de Candau para viajar a Francia “a trabajar con él, con su ensamble y otros músicos dedicados a la música barroca. Esto me llenó de entusiasmo y, antes de partir para comenzar mi formación, fundamos PMNE”.
Como parte de las actividades realizadas por la asociación, Ortiz realizó un viaje a Chicago para consultar la Biblioteca Newberry. “Allí se encuentran resguardados seis libros de polifonía pertenecientes al Convento de la Encarnación de México. Copié página por página el microfilm de todos los libros que no se encuentran en muy buen estado”.
También ha trabajado en el Museo del Virreinato con los libros de polifonía y canto llano pertenecientes originalmente a la Catedral de México, que en su mayoría se resguardan en el este recinto. “Gracias a la archivista Ángeles Ocampo y a Luis Lledías tuvimos contacto con los libros y su riquísimo contenido”, dice la cantante con entusiasmo.
Dado que la música es un arte con vida, la asociación organizó en 2016 una gira por San Luis Potosí, Matehuala y Puebla, en la que Vox Cantoris interpretó obras escritas para la Catedral de México. El segundo programa, con música de los conventos, se efectuará este año con la participación del Ensamble Catedralia, de reciente formación.
Cumple función social con el arte
Ileana Ortiz ejemplifica lo que la música antigua puede lograr socialmente con el trabajo realizado por Jean-Christophe Candau en Saltillo hace cinco años. “Una persona le preguntó si podía hacer cantar a estos niños de las colonias pobres. Son jóvenes rodeados de un ambiente violento y con un porvenir no muy alentador. Candau los hizo trabajar una polifonía a tres voces del siglo XIII y los niños que estaban a kilómetros de esta música lo cantaron a pleno pulmón delante de 600 personas en concierto”.
La cantante indica que en ese momento supo de la importancia de no reservar solamente estos repertorios a un público conocedor, “sino de iniciar a los jóvenes de diversos recursos al descubrimiento de este tesoro que forma parte de nuestro patrimonio. Es así como fuimos contactados por la Escuela Estatal de Música y la Secretaría de Educación de San Luis Potosí para hacer trabajar a medio centenar de alumnos alrededor de la música antigua, labor que hacemos año con año desde entonces”.