La artista Patricia Fornos presentó en un local de la madrileña zona de Malasaña su exposición “La vida se siente”, con calaveras de mexicanos ilustres como Chavela Vargas, Agustín Lara, Cantinflas o “La Chilindrina.
Fornos presentó así su nueva colección de calaveras mexicanas Miss Colibrí, que se presenta bajo el lema “La vida se siente”, en el que rinde homenaje a la festividad del Día de Muertos.
La artista mexicana apuntó a Notimex que su exposición “ahora está en tiempo real, pero en realidad me baso en las calaveras y todo empezó hace tres años, yo ya llevaba tres años viviendo en España, y fue una manera de reconectar con México”.
“Empecé a hacer calaveras, a ponerles muchos elementos en el pelo, era una manera de relajarme, por lo que empecé a hacer calaverizaciones y caracterizaciones, lo cual empezó a llamar mucho la atención”, dijo.
Anotó que surgieron exposiciones por Madrid, porque “México está muy de moda, y en otra exposición llamada ‘La Paca’ presenté caracterizaciones como la de Dalí, Patty Smith, o Guillermo Ochoa, favorito de los niños”.
Apuntó que a partir de ello le empezaron a pedir muchos encargos de calaverizaciones, para niños, para adultos, para regalos, para muchas cosas, y la exposición aquí, “decidí que fuera una gran fiesta mexicana del Día de Muertos”.
Fornos aseveró que su colección es nueva, porque “todo se va vendiendo y todo se va cambiando”, recalcó que al público extranjero le gusta esa manera de interpretar la muerte y la vivacidad de la mirada de sus calaveras.
“Es una mirada muy viva, no es la típica calavera sin mirada. Cuando yo empecé a hacerlas me pregunté cómo se puede representar realmente la muerte de México en unas calaveras”, manifestó.
Agregó que “mi especialidad es la mirada, pero dije una mirada muy profunda y muy viva. Lo curioso es que la gente lo entiende, ve el cuadro y me dice, ya lo entiendo, es una representación de la muerte que no me da miedo, que me da alegría, que es pícara, que me reta y me da curiosidad”.
La idea de que “La vida se siente”, intenta exaltar cada uno de los sentidos. Pretende que cada uno de los invitados se sientan parte de la fiesta, viviéndola, interactuando y sorprendiéndose con el universo de la particular “Catrina” de Fornos.