Tener 10 años y ser ciego no ha sido ningún impedimento para que el uruguayo Johan Pauluk haya aprendido en nueve meses a construir robots y conseguido crear piezas como autos y molinos en miniatura que giran con luz solar, ello gracias al incentivo de sus padres.
Proyectos de robótica impulsados por el gobierno de Uruguay también han sido parte de la formación que ha tenido el menor, quien vive en la zona de Río Negro.
Su madre, Yenny Wince, relató que al momento de nacer su hijo le fue detectado un retinoblastoma, un cáncer de retina que se presenta normalmente en menores de 15 años. "Al año y medio perdió la visión del ojo izquierdo y a los la cuatro del derecho".
Ante de este hecho, ambos padres decidieron darle "calidad de vida" y lo llevaron a la Fundación Braille de Uruguay, en Montevideo, en donde aprendió todo lo relacionado con este método.
"Él juega a las cartas, que son hechas con braille, también dominó. Se divierte a la par con niños videntes. Eso es fruto de nuestro trabajo", señaló.
En marzo, Pauluk inició sus estudios de quinto grado en una escuela pública que trabaja con niños ciegos y que ofrece el reconocido Plan Ceibal, que entre otros aspectos, garantiza la entrega de una computadora.
Con la ayuda de maestros se realizó un proyecto de robótica para niños en el que Pauluk participa.
Es así que en la actualidad el pequeño ha logrado construir piezas como autos y molinos a escala que giran con luz solar que ha ensamblado mediante el proceso de memorización y asignación de nombres de cada pieza.
Cada día el pequeño viaja solo en autobús durante las dos horas de trayecto entre su casa y su escuela. Su madre reconoce que su falta de visión no detuvo al menor de sus dos hijos y que por el contrario es un niño de un carácter que lo motiva a ir logrando lo que se propone.
