Los maestros Nathan Galante y Horacio Palencia nos comparten la historia detrás de “Ya supérame”, una canción que nació del enojo y terminó convertida en un himno de desamor. Interpretada por Grupo Firme, esta pieza no solo conquistó al público, sino que también fue reconocida con el Premio Éxito SACM por su impacto popular y su brillante composición.
La canción surge de un momento profundamente personal. Una exnovia reaparece inesperadamente en la vida de Nathan, justo cuando él creía haber cerrado ese capítulo. El encuentro sucede en un bar, y tras verla llegar, él simplemente pide la cuenta y se marcha. Ya en casa, guitarra en mano y con la emoción a flor de piel, empieza a escribir de madrugada. La rabia se transforma en música.
Ahí nace una de las frases más icónicas del regional mexicano actual:
“¿Qué parte no entendiste? ¿La N o la O?”
Aunque Nathan dudaba de esa línea, el maestro Horacio Palencia la reconoció de inmediato como el gancho perfecto. En colaboración con Edgar Barrera, terminan la canción, dándole una estructura poderosa y un mensaje directo: la ruptura como punto final, sin espacio para segundas partes.
El maestro Abraham Jiménez da vida a esta declaración con una obra visual que interpreta la canción desde la emoción masculina. En su dibujo, un gorila aparece sombrío, contenido, mientras que la figura femenina yace distante, acostada , en silencio.

Abraham revela que, aunque no vivió la historia directamente, la canción lo tocó de forma íntima. La ha escuchado en fiestas, en reuniones, en bocinas escolares. Para él, “Ya supérame” es una canción que tiene humor, pero también dolor, y que muestra cómo el desamor también puede ser una forma de afirmación personal.
La canción y el dibujo se convierten así en un espejo de esas historias que todos hemos vivido: amores que terminaron mal, bloqueos digitales que duelen más de lo que se admite, recuerdos que se niegan a morir, y esa necesidad urgente de gritar: “Ya supérame, porque yo ya te olvidé.”
Para Nathan Galante, la creación de esta canción fue un ejercicio de catarsis, de convertir la rabia en arte. “No suelo escribir cosas tan personales, pero esa vez lo sentí demasiado.” Y justo ahí está su fuerza: en la honestidad sin adornos, en la emoción sin filtros.
Horacio Palencia coincide: lo importante es compartir la misma pasión por el arte de hacer canciones, y en este caso, la magia surgió de una vivencia intensa, en el lugar correcto y con la gente indicada.
"Ya supérame" es testimonio de que el arte también puede surgir del despecho, de una noche sin dormir, del orgullo herido. Es la prueba de que lo que hiere también inspira. Y de que, incluso en el adiós, se pueden construir canciones que acompañan a millones.
Escucha esta entrevista completa en “El Arte de la Canción: Segunda Temporada” Celebrando los 80 años de la Sociedad de Autores y Compositores de México en Milenio Televisión.