Cultura

“Lo hiciste otra vez” de Maritza Morilla

Los maestros Tláloc Noriega y Maritza Morillas nos revelan la historia detrás de “Lo hiciste otra vez”, una obra que nació del desengaño y terminó convirtiéndose en una pieza profundamente emocional. Interpretada por La Arrolladora Banda El Limón, la

“Lo hiciste otra vez” surge de una vivencia que Tláloc arrastraba desde hace años. Aquella relación intermitente, que iba y volvía sin aviso, lo hacía recaer una y otra vez. Bastaba un “hola, ¿cómo estás?” para que todo empezara de nuevo. Tres ciclos idénticos, tres veces la misma historia, hasta que por fin dijo “ya no”. Y en esa necesidad de cerrar el capítulo, la música apareció como desahogo.

De esa madrugada emocional nació una línea que define la esencia del tema:

“Eres más inteligente que hermosa, pero más mala que las dos cosas.”

Tláloc confiesa que la canción fue una terapia: escribir lo que no podía decir en persona. Un intento por recuperar el control y dejar atrás lo que tanto dolía. Y aunque la historia real nunca se la contó a su protagonista, la dejó plasmada en versos que hoy ya no le pertenecen, que ahora acompañan a quienes viven amores igual de desgastantes.

La maestra Maritza Morillas llevó esta historia a otro plano: el visual. Especialista en anatomía humana y animal, creó una obra que interpreta la canción desde la psicología del poder. En su pintura, la figura femenina aparece rodeada de frascos con corazones reales, como trofeos: memorias de todos aquellos a quienes lastimó.

Para Maritza, la mujer del cuadro no es solo un personaje: es la ejecutora de un juego cruel, alguien que regresa solo para comprobar que él sigue ahí. Los corazones guardados son prueba de cada caída, de cada víctima emocional.

“Lo hiciste otra vez” de Maritza Morilla
“Lo hiciste otra vez” de Maritza Morilla

La artista explica que buscó un equilibrio entre luz, sombra y simbolismo. Un espacio que se sintiera como un laboratorio emocional: el sitio donde ella planea, calcula y captura. Incluso integró detalles mínimos —manchas, reflejos, una pluma caída— para completar la atmósfera de manipulación y silencio.

Tláloc, al ver la obra por primera vez, comprendió al instante la lectura de la pintora: dos lenguajes distintos contando la misma herida. “Tú lo dices dibujando y yo lo digo cantando”, le expresó entre bromas.

“Lo hiciste otra vez” se vuelve así un espejo de esas historias que todos conocemos: amores que regresan solo para abrir la misma herida, ciclos que se repiten hasta que se aprende a la mala, promesas falsas que acarician el alma con mentiras, y despedidas que duelen más que la primera vez.

Para Tláloc, escribirla fue un acto de liberación. “Cuando ya no le encuentro un pero, ahí la dejo”, dice. Y es precisamente esa honestidad cruda, sin filtros, sin adornos, la que hace que la canción conecte con tantos oyentes.

La obra de Maritza y la canción de Tláloc convergen en una misma verdad: que el arte también nace de las cicatrices, de esas historias que no queremos repetir pero que, a veces, repetimos.

Y que incluso en el adiós, se pueden crear piezas que acompañan, que duelen y que, finalmente, sanan.

Escucha esta entrevista completa en “El Arte de la Canción: Segunda Temporada” Celebrando los 80 años de la Sociedad de Autores y Compositores de México en Milenio Televisión.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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