El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) identificó genes que se asocian al progreso acelerado y lento de la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en la población de México y Centroamérica.
"Las personas con los genes HLA B*35 controlan menos el VIH, por ello tienen más carga viral y desarrollan más rápido la etapa final del virus: el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Pero quienes tienen los genes HLA B*57 y B*27 controlan mejor la infección.
"Estos genes protectores son poco frecuentes en mexicanos, mientras que los malos son más comunes", detalló Santiago Ávila Ríos, investigador en Ciencias Médicas.
El doctor abundó en que "sin medicamento una persona con el virus tarda en promedio entre ocho y nueve años en desarrollar el sida; pero por los genes hay quienes presentan esta etapa final en menor o mayor tiempo.
"Este estudio ayuda a los científicos a saber si existen determinantes genéticas que afectan el comportamiento de la enfermedad, así como a investigar posibles mecanismos de control viral", afirmó.
En un estudio dirigido por el INER, con países de Centroamérica, se identificaron genes que podrían ser factores adicionales de protección como HLA-B*39:02, o de riesgo como HLA-B*35:12 para el avance del virus.
Al infectarse una persona con VIH ocurre una fase aguda, que "es cuando el virus entra al cuerpo y se replica en gran cantidad; se produce una enfermedad parecida a un catarro fuerte y se inflaman los ganglios", explicó el especialista.
"En unos días disminuyen los síntomas y parece que la persona ya no tiene nada; pero está ocurriendo una batalla muy fuerte entre el virus y el sistema inmune. A esta fase se le llama crónica.
"Tras varios años de lucha contra el virus, que sigue replicándose, las defensas del organismo se desgastan y se genera un alto riesgo de adquirir las llamadas enfermedades oportunistas, como tuberculosis, citomegalovirus, sarcoma de Kaposi y cánceres", detalló.
Ésta es la etapa final de la enfermedad. "El sida, que lleva a la muerte si no hay tratamiento", recordó Ávila Ríos, tras destacar la importancia del tratamiento antirretroviral para que no se presente dicha fase.
Según el estudio del INER, en colaboración con el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y Sida (Censida), y 30 instituciones más, se detectó que entre 11 y 12 por ciento de los virus que circulan en México, estos tienen resistencia a algunos fármacos antirretrovirales y que mientras más se usan, los patógenos se hacen más invulnerables.
"En México tenemos una de las primeras cifras para decir cuántos virus tienen esa resistencia, y estos estudios ayudan a decidir cómo actuar para garantizar la efectividad del tratamiento", agregó el investigador.
Según Censida, de 1983 al segundo trimestre de 2015, se tiene registro de 178 mil 126 casos en México. En el último año se han diagnosticado 6 mil 374 nuevas infecciones, de las cuales 3 mil 22 ya desarrollaron sida.
Los estados con mayor tasa de nuevos casos son Campeche, Colima, Yucatán y Tlaxcala. Mientras que de VIH son Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Puebla; además, el año pasado se notificaron de 5 mil 91 nuevos casos de VIH y 4 mil 840 de sida.
Hasta hoy, aparentemente solo una persona se ha curado: Timothy Brown, quien después de recibir dos trasplantes de médula ósea por su leucemia, tras de ser diagnosticado con VIH, el virus ya no apareció porque su donador tenía genes resistentes al virus.
Desde su aparición, alrededor de 36 millones de personas murieron por el VIH en el mundo, y actualmente portan el virus más de 35.3 millones según la Organización Mundial de la Salud.