El panista Guillermo Anaya Llamas y el priísta Miguel Ángel Riquelme Solís, tuvieron algo en común al ejercer el poder en el ayuntamiento de Torreón.
La cultura para ellos fue un tema controversial por sus programas y causó el rechazo abierto de la comunidad artística.
Los registros documentados por los medios de comunicación dan luz sobre el tema y entre ellos destacan las notas publicadas por Grupo Milenio.
En el caso del panista, los escándalos fueron propiciados por quien nombró como titular de la Dirección Municipal de Cultura (DMC), Alberto González Domene, quien apenas en 4 meses de transcurrida la administración, ya había provocado la conformación de un Frente Unido por la Cultura.[OBJECT]
Las quejas de la comunidad artística en ese momento fueron claras y la información hemerográfica lo respalda: no hubo apertura hacia ellos y tampoco el apoyo necesario para la realización de actividades.
Aunque exigieron su destitución, no obtuvieron una respuesta favorable por parte del entonces alcalde.
Todo estalló en marzo del 2004 cuando los creadores se aglutinaron a las afueras de lo que entonces era la DMC para protestar en contra del funcionario e incluso, como acto de rechazo, rompieron una piñata que simulaba tener el rostro de González Domene.
Entre las gotas que derramaron el vaso de la paciencia de los creadores, estuvo la mala distribución del libro "Lenguas dementes", compilación de poetas locales.
Riquelme Solís, por su parte, quiso ser recordado como el alcalde que le destinó un presupuesto histórico a la cultura, con un 2% del total del gasto del Ayuntamiento (según citan registros hemerográficos de cuando fue candidato), pero al final la polémica causada por sus colaboradores en ese rubro terminó por mostrar un rostro de desorden y falta de apertura hacia la comunidad artística.
Su gestión comenzó con un nuevo organigrama ante la creación del Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), organismo que tardó 3 años en obtener su autonomía.
La dependencia tuvo en su historia a dos directoras: Renata Chapa, quien duró en el puesto apenas 6 meses de la administración y Ruth Idalia Ysais Antuna, quien estuvo de manera interina en el cargo por dos años y medio, y luego fue ratificada.
La primera creó una serie de programas que no fueron del agrado de la comunidad artística torreonense como el "Mariachi Torreón" y la "Escuela de la Cumbia".
Dejó la dependencia en medio de esos cuestionamientos y la acusación de falta de apoyo a los creadores, pero el Ayuntamiento argumentó la salida como una renuncia por motivos personales.
Ruth Idalia no causó una mejor impresión y para muestra, está que en más de una ocasión los medios de comunicación documentaron inconformidades del gremio cultural, entre ellas el apoyo a actividades de relumbrón y descuido a las solicitudes de apoyo a los creadores.
Lo que también acaparó los reflectores fue la decadencia de espacios culturales como el Museo de la Moneda, el cual ha sufrido diversas filtraciones y fallas que ponen en riesgo su acervo cuando hay lluvias en la ciudad.
La titular de la dependencia se limitó a decir a lo largo de la administración que solicitó dictámenes a la Dirección Obras Públicas para su reparación y esa oficina respondió que la solución al problema recae en un cambio de colector, que debe ejecutar el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS).
En el presente ejercicio fiscal el IMCE fue atado de manos con recortes presupuestales de consideración, pues su gasto programado pasó de 37 millones 800 mil pesos a 29 millones 836 mil pesos, lo cual, según declaró en su momento la propia titular, apenas alcanzaría para solventar la nómina.
La decadencia de una estación cultural
Otra cosa que tuvieron en común las administraciones de Anaya Llamas y Riquelme Solís fue el declive de la única estación cultural que tiene un municipio en el país.
Las críticas hacia la programación de Radio Torreón comenzaron durante la administración 2003-2005, cuando fue removida de la dirección Rocío Micher, quien logró trascender de una administración panista a una priísta, tiempo en el cual la estación obtuvo convenios internacionales con Radio Francia Internacional, emitió novelas radiales e incluso fortaleció proyectos como el certamen "Pinta tu Música".
La estación fue dirigida durante la administración de Anaya Llamas por Guillermo Saldaña, quien en su momento fue criticado por no tener experiencia en el ramo de la comunicación y buscar que la radiodifusora cultural compitiera con la comercial.
La decadencia en la programación y la desaparición de convenios con grupos radiofónicos nacionales a internacionales, encontró su punto más álgido en la presente administración en que estuvo a cargo Armando Cobián.
Este medio de comunicación documentó durante el año pasado, las quejas constantes de los regidores al respecto porque que incluso eran emitidos narcocorridos en la programación.
Finalmente a finales del año pasado, el propio alcalde Miguel Riquelme decidió remover del puesto a Cobián y reconoció que la radiodifusora había perdido su esencia, aunque descartó que estuviera en riesgo perder la concesión.
El edil tardó más de 3 años en cumplir su promesa, pues en sus primeros 100 días de gobierno anunció cambios en la estación que nunca ocurrieron.
Campañas alejadas de la cultura
Hoy como candidatos a la gubernatura, ambos ex ediles no llegan a clarificar la oferta cultural para uno de los tres Estados con mayor extensión del país.
Al revisar los discursos y la propaganda de ambos candidatos resulta evidente. El priísta apenas hace mención de eso en uno de sus 4 ejes de desarrollo y propone "impulsar" todas las expresiones artísticas y culturales, sin siquiera especificar cómo.
[OBJECT]Riquelme Solís recientemente organizó un foro donde fue dado a conocer que recibió más de 2 mil propuestas que buscaría ejecutar en su gobierno.
En materia, en el rubro cultural se menciona la necesidad de la construcción de un centro de las artes y casas de la cultura.
Por su lado, Anaya Llamas a lo largo de casi 60 días de campaña no ha hecho mención del tema cultural y lo más cerca es la construcción de Centros de Paz por todo el Estado, es decir, espacios comunitarios donde existan actividades recreativas, tanto deportivas como culturales.
El cómo y el origen de los recursos para concretarlos, sigue en el aire. Su argumento es que al acabar con la corrupción habrá presupuesto suficiente.
Durante la campaña dos candidatos mostraron (al menos fue más visible) un interés por la cultura: el independiente Javier Guerrero García y Armando Guadiana Tijerina de Morena.
Ambos organizaron un encuentro personal con la comunidad de creadores de Torreón y Saltillo, respectivamente, e incluso se llevaron sus propuestas que, dijeron, tendrán seguimiento en caso de que resulten ganadores en la contienda del próximo cuatro de junio.
Del independiente Luis Horacio Salinas y la perredista Mary Telma Guajardo, no se percibieron propuestas en ese sentido e incluso al visitar sus páginas y cuentas oficiales no hay nada sobre el rubro.
luis.lopez@milenio.com
JFR