La posibilidad de que los pacientes que padecen neoplasias malignas en diferentes etapas se beneficien de avances farmacológicos como las inmunoterapias —con las cuales alcanzarían remisiones prolongadas libres de cáncer o mayor sobrevida que con los tratamientos convencionales— resultan lejanas para países como México, debido a sus elevados costos, aseguró Alberto Palacios Boix, jefe del servicio de inmunología del Hospital Ángeles del Pedregal.
“El problema que tenemos en países como el nuestro son los costos: el Nivolumab, el Pembrolizumab, Ipilimumab, todos estos nuevos medicamentos que atacan las células cancerosas son prácticamente incosteables para la medicina social.
“Son terriblemente caros: van de 15 mil a 150 mil dólares anuales, (de 300 mil a 3 millones de pesos por paciente). Sí, estamos ante métodos muy prometedores, pero debido al precio México está condenado a seguir tratando la enfermedad como un país de tercer mundo”, dijo el especialista.
Luego de dictar una conferencia en el Congreso Internacional de Oncología The Best of ASCO, organizado por el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), y que se realiza en Cancún, Palacios Boix refirió que estas terapias tienen la peculiaridad de fortalecer el sistema inmunológico y reconocer las células cancerígenas para destruirlas: “Son tratamientos que atacan cánceres difíciles de tratar y que resultan altamente agresivos”, por ejemplo, el melanoma o ciertos tumores pulmonares, las neoplasias malignas de páncreas y renales, en etapas metastásicas.
LOS MÉTODOS
En el congreso, el especialista detalló la gran diferencia de atender a un paciente con un tratamiento convencional frente a las inmunoterapias, ya que éstos últimos son métodos que también pueden reducir los tumores malignos, evitar mutaciones, cerrar el paso a las proteínas que suelta el tumor y su diseminación.
“Un paciente con melanoma —que es un tumor de la piel— con poder de diseminación metastásico, tratado con quimioterapia tradicional, llega a tener una sobrevida menor a los 10 meses; con inmunoterapia añadida a la quimioterapia tradicional ésta se alarga a casi dos años, estamos hablando del doble”, destacó.
Se trata de dos años con calidad de vida aún cuando la persona sea portadora de tumores malignos agresivos.
“En pacientes terminales significa sobrevida y en aquellos que se encuentran en etapas tempranas la posibilidad de remisión prolongada, (que es) casi curable y sin los efectos tóxicos.
“Hay que ser claro: no hemos logrado la cura del cáncer solo hemos alcanzado etapas de remisión prolongadas, por ejemplo, si la persona tiene cáncer, de riñón y el tumor que se quita mide menos de cinco centímetros, tiene 97 por ciento de posibilidad de ser curado por el resto de su vida, pero si ese tumor mide 10 centímetros habrá 74 por ciento de posibilidad de que se alcance un periodo libre del mal de cinco años. Tumores mayores son difíciles de controlar porque se pasan a otros órganos, pero lo importante es que estas terapias frenan el crecimiento de la metástasis”, señaló el especialista.
MAL RESISTENTE
Palacios Boix también se refirió a estudios publicados en revistas científicas sobre el descubrimiento de células cancerígenas denominadas stem, que resultan resistentes a la radio y quimioterapia.
“Estas células descritas están presentes en los cánceres más agresivos y, por ello, muchos pacientes no responden a las terapias tradicionales”, detalló el especialista.
Explicó que las células forman parte de los tumores malignos que están en proceso constante de adaptación para crecer. “Se describieron recientemente y lo grave es que pueden hacerse muy resistentes. En México se ignora la prevalencia por las limitaciones de diagnóstico, de recursos de prevención, de educación para no asolearse o fumar. Hay mucho por superar”, concluyó Palacios Boix.
