Como a una mujer líder, de ideas avanzadas. Así define la historiadora Griselda Zárate a la revolucionaria Andrea Villarreal, tras más de una década de estudiar al personaje.
El resultado de la investigación es el libro Revolucionarios en el exilio. Andrea, Teresa y Antonio I. Villarreal (1904-1911) (Biblioteca Inehrm, Fondo Editorial Nuevo León, en donde la historiadora retoma a los tres personajes revolucionarios oriundos de Lampazos.
Sin embargo, es a Andrea y Teresa en su faceta como escritoras a quien Zárate le dedica un rescate. Por ello, se vio obligada a consultar 250 fuentes bibliográficas para la investigación.
Incluso pudo consultar de primera mano a la hija de Teresa, la doctora Conchita Torres Villarreal, quien logró recuperar algunos textos.
“Ellas estaban en un contexto de lucha”, refiere Griselda Zárate sobre la situación de Andrea y Teresa, quienes se encontraban en Estados Unidos durante los últimos años porfiristas.
“Sin embargo, muchos de los textos de Andrea se perdieron durante una inundación aquí en Monterrey”, agrega la catedrática de la Universidad de Monterrey.
Mujeres modernas
Nacidas en Lampazos de Naranjo a finales del Siglo XIX, Andrea y Teresa Villarreal recibieron una educación privilegiada para la época.
Ambas sabían hablar inglés, conocían de poesía y en su estancia en ciudades como San Antonio y Misuri (Estados Unidos) empezaron a apropiarse de ideas anarquistas. Incluso, Andrea tuvo relación con la anarquista Emma Goldman, entre otras feministas.
El libro recupera poemas de Andrea Villarreal como “Por senderos de Gloria” y “El sitio de “Cuautla”, así como el artículo periodístico “The Bandits”, que publica el periódico La Estrella, de San Antonio Texas.
Además se publicó el periódico Mujer Moderna, en el cual Andrea Villarreal publica el artículo “A qué venimos”. En dichos textos se abordan temas como los derechos de los migrantes mexicanos e, incluso, se solicita el acceso al voto de la mujer en 1911.
“El análisis de los poemas es que hay conjuntos figurativos hacia la tiranía, espacio o naturaleza. Hay una cuestión ideológica donde a través de la reformulación del lenguaje ellos buscan acceder al poder, a través de emitir ellos su propia versión de los hechos”, comenta.
Una vez de regreso a México el rastro de Andrea Villarreal se desvanece. Después de colaborar con los hermanos Flores Magón en el periódico Regeneración, su nombre reaparece hasta la década de los 40 al ganar un certamen literario.
Murió en Monterrey en 1963, sin descendencia y tras una vida trágica al perder a su esposo y a su hija al poco tiempo de haber contraído nupcias.
“Ella era una mujer de acción, de tomar armas. Andaba en mítines, pasó armas escondidas en sus ropas en un conflicto y todas esas son cuestiones. Todo ello nos habla de la vida en esa época de Lampazos”, señala Griselda Zárate.
Revolucionarios en el exilio. Andrea, Teresa y Antonio I. Villarreal (1904-1911) se presentó recientemente en la Casa Universitaria del Libro, con presencia de los investigadores Donna Kabalen y Erasmo Torres López, junto a la autora.