En el marco del Festival Internacional de Órgano Barroco, que realiza en la Ciudad de México, Oaxaca, Morelia, Puebla y Tlaxcala hasta el 8 de diciembre, su director, Gustavo Delgado Parra, estrenó tres obras que relacionan la literatura y la muerte.
La cantata Ofelia, dice su autor en entrevista, tiene que ver con la conmemoración de los 400 años de la muerte de William Shakespeare: “Escrita a partir de un poema homónimo de Arthur Rimbaud para uno de los personajes de Hamlet, es una obra para dos sopranos, conjunto de metales —dos trompetas y dos trombones— y dos órganos. La estrenamos en la Parroquia de San Agustín, que cuenta con dos órganos con las características que necesitábamos para su ejecución”.
La segunda cantata, Homenaje a Sor Juana, para coro de niños y órgano, fue creada a partir de textos de Sor Juana Inés de la Cruz: “Son textos muy alusivos a la muerte. Por ejemplo, cuando dice: ‘La muerte pone fin a mi vida/ Morir es mi virtud/ No hay permanencia en la tierra/ Con paz y gozo viajaré’”.
Delgado Parra ve en los textos y estas obras “un paralelismo con lo que estamos viviendo hoy día en México con todo este problema de los desaparecidos, la inseguridad y la muerte, patente en cada momento y que nos amarga la existencia. Son textos verdaderamente grandiosos”.
Para la segunda cantata contó con el Coro de Niños de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, cuyo trabajo resulto muy destacado: “Es una obra muy demandante. Recuerdo que en varias ocasiones colegas de coro interesados en interpretarla se enfrentaron a situaciones difíciles en cuanto a su ejecución. En este caso, estos niños tomaron el reto en sus manos y su desempeño fue impresionante”.
El organista explica que el título Tranquilo remanso donde las estrellas duermen, cantata para coro mixto, dos sopranos, metales y órgano, está tomado de una frase del poema “Ofelia”, de
Rimbaud: “Elegí este fragmento como punto de partida para escribir una obra en memoria de Yolanda Gómez Castellanos, una muy desatacada investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM que murió en 2012, pero el texto cantado proviene del réquiem que Brahms utilizó para Un réquiem alemán”.
El compositor asegura que en sus tres cantatas para órgano hay un punto de contacto. “Digamos que tiene que ver con un estilo musical que he venido desarrollando durante los tres últimos años. Hago una evocación a la polifonía del siglo XVII, que me parece un elemento muy valioso para expresar nuevas ideas musicales, actuales. Yo me enfrento al reto de crear obras desde esa perspectiva, pero con un nuevo sentido, una nueva intención”.
Delgado Parra dice que el encuentro ha “impulsado la conservación, la preservación y la utilización de los órganos históricos mexicanos. Una manera importante
de contribuir a ello es la creación de obras nuevas que les den vigencia, para que no estén meramente como instrumentos del pasado que sirvan para tocar música de otros tiempos. Se trata de que los instrumentos estén también al servicio de nuevas estéticas”.