La temporada primavera - verano de Camerata de Coahuila llegó a su fin y para este último concierto en el Teatro Nazas, fue invitada la violinista polaca naturalizada mexicana, Erika Dobosiewicz.
Interpretó el Concierto para violín en mi menor Op. 64 de Felix Mendelssohn.
Esta pieza, la última del compositor alemán escrita precisamente para resaltar las habilidades de su amigo violinista Ferdinand David, empató con la habilidad misma de la violinista invitada, ad hoc para un cierre de temporada.[OBJECT]
Por lo regular, los solistas de concierto esperan el desarrollo de la pieza para arremeter su instrumento, sin embargo, en esta pieza Mendelssohn decidió que lo mejor sería que entrara de golpe, junto con la apertura de la orquesta.
Así pues, en cuanto la violinista invitada pisó el proscenio y cesaron los aplausos de recibimiento, sometió el violín a los deseos de Mendelssohn y su propio talento.
Su figura, que portaba unvestido largo y negro, se movía imponente y con agresividad, al menos hasta que la intención melódica bajaba su ritmo.
La composición es, a su vez, una exploración de la exposición que hace el solista y la orquesta, y demás cambios en el desarrollo de la estructura clásica, ante lo cual, cabe destacar que Camerata hizo lo propio y se equiparó al nivel de Dobosiewicz.
Posteriormente fue interpretada la Sinfonía número 9 en do mayor D.944 “La grande” de Franz Schubert, pieza que, al igual que la que interpretaron de Mendelssohn, fue la última escrita por el compositor vienés.
