El proyecto Teatro Nuevo León debuta con la obra La vida es sueño, teniendo como su primera directora a Mónica Jasso.
La directora explicó en entrevista con MILENIO Monterrey sobre la vigencia de la obra, un clásico de Pedro Calderón de la Barca, así como el reto de enfrentarse a esta gran producción que ha montado el Estado, a través de Conarte.
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El inicio será este viernes a las 20:00 en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad, además de tener una función el sábado (20:00) y el domingo (18:00). Para mayores informes, los interesados pueden consultar www.conarte.org.mx.
¿Cómo te enfrentas a este proyecto, de ser la primera directora de este proyecto por Teatro Nuevo León?
Es un compromiso que estamos asumiendo con el carácter que se requiere, porque justamente este carácter inaugural del proyecto exige de todo y un extra. Debemos conseguir que este primer proyecto cumpla con las expectativas que se tienen.
Creo que es un gran logro, no sólo para este equipo sino para el Teatro de Nuevo León, que la institución cultural de nuestro estado, Conarte, esté apoyando proyectos de gran formato, que esperamos éste sea el primero de muchos y que permanezca, y esto va permitir algo de lo que carecemos: la profesionalización del teatro con finalidad artística.
Has trabajado en diversos espacios, desde en pequeño formato hasta de resistencia, ¿cambia el trabajo ahora con esta gran producción con la que cuentas?
Curiosamente las escuelas de teatro, no sólo en Monterrey sino supongo en gran parte del país, nos forman para hacer teatro de este tipo, es decir, un teatro donde están todos los roles de la producción. Hipotéticamente trabajamos pensando en la "gran producción" que realmente no tenemos y acabamos resolviendo en el camino dependiendo el presupuesto.
Ahora, lo que permite es que lo que aprendemos en una escuela aquí sí lo podamos operar. Creo que para alguien con una formación como la mía es que al pasarse a los espacios alternativos es cuando realmente confrontamos ése aprendizaje que tuvimos con la realidad.
¿Cuál es la vigencia de traer un montaje como La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, a la actualidad?
Los artistas de teatro conocemos la obra en la escuela, generalmente hay un tiempo para su análisis y su estudio. Y es común que tendamos a pensar que la obra habla sobre la libertad, pero una vez que empezamos a trabajar en ella en este grupo, empezamos a profundizar en el análisis, nos dimos cuenta que algo medular es el poder, el tema del poder permea toda la obra y eso es actual. Y ahí la vigencia del tema: el hombre ante el poder divino del dios y el hombre, también en un dilema de poderes político, una sucesión al trono que si bien no tenemos una monarquía, sí vivimos en un reinado político.
Háblanos de la escenografía para La vida es sueño, ¿qué representa esta elevación del escenario?
El montaje escénico es muy complejo, que no sólo implica a la escenografía sino que se complementa con la iluminación. A lo que apunta esta escenografía al terminarse es justo una pirámide que apoya este tema del poder dentro de la obra. Por las alturas y los niveles podemos, únicamente a través de la visual, colocar a los poderes. Se pensó en trabajar con madera cruda para descarnar toda posibilidad del adorno y el decorado, aunque pudiera pensarse que es algo sencillo realmente puede resultar bastante grandioso por sí mismo el espacio.
