Conforme avanzan las investigaciones, los arqueólogos revelan la importancia que tuvieron las culturas antiguas que habitaron Nuevo León.
El arqueólogo Moisés Valadez Moreno, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Nuevo León, compartió algunos de los proyectos de investigación a su cargo, en una videocharla transmitida por el Planetario Alfa en su cuenta Facebook.
Durante casi una hora, señaló que el estado cuenta con más de 2 mil sitios arqueológicos, aunque la mayoría no están abiertos al público.
En estos sitios ha sido posible descubrir desde restos de antiguos fogones, hornos bajo tierra, puntas de flechas y raspadores, hasta entierros de los antiguos habitantes, grabados en piedra y pinturas, así como restos de las chozas donde habitaron.
"Hemos registrado más de 2 mil sitios en Nuevo León, es uno de los estados que tienen más sitios, aunque en Mesoamérica son más llamativas", refirió el investigador y director de proyectos Moisés Valadez Moreno.
Gracias a la tecnología como los mapas virtuales, el uso de geo radares o el escaneo milimétrico de las rocas, los especialistas van documentando los sitios descubiertos, así como los hallazgos que van realizando.
Boca de Potrerillos, ubicada al norte en el municipio de Mina, es la única zona arqueológica abierta al público en el estado. Ahí se encuentran miles de rocas con más de 17 mil imágenes grabadas en ellas, con una antigüedad cercana a 8 mil años.
Se destacó que la presencia más antigua de pobladores en la región es de 11 mil años en el sitio La Morita, ubicado entre Sabinas Hidalgo y Villaldama.
"Tenemos unas puntas de proyectil muy importantes, únicas de la región porque son acanaladas con poquito más de 11 mil años, siendo el registro más antiguo en La Morita", resaltó.
Preocupa El Obispado
El trabajo arqueológico no sólo se da en las zonas desérticas, sino que también se da en la ciudad.
Se recordó el trabajo de recuperación arqueológica al construirse el Paseo Santa Lucía, de donde se obtuvo una serie de objetos que dieron cuenta de la vida de los regiomontanos en la época colonial.
Los mismos trabajos se han hecho en el Museo Regional "El Obispado", así como su exterior. Sin embargo, a los especialistas les preocupa el desarrollo inmobiliario de la zona en los últimos años.
"Hoy tenemos un Obispado rodeado por la urbanidad y nos preocupa que la especulación vaya a acabar con los vestigios que tenemos importantes de todas las batallas que han ocurrido en este lugar", opinó Valadez Moreno.
El cerro del Obispado, así como su edificio, han sido testigos de incontables hechos históricos, desde el movimiento de Independencia en México, la batalla contra Estados Unidos y la Revolución Mexicana.