De una a una se encendieron las velas, la gente miró fijamente las flamas que bailaban por el viento, pensó en su difuntos, en las almas que llegarían desde el más allá para estar junto a ellas, y en las almas que siguen buscando su camino, "porque así como a los vivos, hay almas que desean la luz", expresó Camilo Morales, procedente de Puebla, en donde se dedica a trabajar la tierra, a arar los surcos para colocar las semillas de la flor de cempasúchil, allá, por junio.
Llovió en Huejutla de Reyes, corazón de Xantolo, también lo hicieron los vivos que a acabaron de perder a su ser querido, "porque lo más doloroso es perder a un hijo, las lágrimas salen de aquí, del corazón", expresó una mujer en el Panteón Municipal de Huejutla, quien estuvo acompañada por sus hermanos, que ofrendaron tamales, elotes y enchiladas a José, un joven que se muestra sonriente y que perdió la vida hace un mes en un accidente de automóvil, pero la foto que colocaron sobre su tumba, "se veía que era feliz", dijo su primo.
"Estamos reunidos acompañando a mi hermana, se nos fue mi sobrino, pero hoy regresará", dijo Carlos, quien llamó al trío huasteco que le puso música a los sentimientos, dentro del Panteón Municipal de Huejutla.
Las abuelitas son las más esperadas por sus nietos, "porque María Ana, mi abue, me crió, me enseñó a bordar, a tejer, a hacer de comer y también me regalaba, pero ¿una anécdota? Todas, ella era nuestra vida", dijo Marisol Contreras
En casa de Alejandra Rodríguez cada detalle de la ofrenda fue cuidada, el arco de palma con flores de cempasúchil y mano de león se detalló, "porque será ahí por donde entren las almas de Todos Santos, es el portal", explica, mientras su casa huele a chocolate caliente y pan recién hecho, el café de olla ha iniciado su hervor y los tamales desprenden vapor de entre sus hojas de plátano.
Algunas casas ubicadas en el centro de Huejutla y otros municipios aledaños, colocaron una vela Huasteca en las fachadas, para en encenderlas e iluminar el camino de las almas solas, acto que se multiplicó en mil la noche de este sábado, en la mega ofrenda que fue colocada en el centro de Huejutla, como es la tradición de 500 años, tras la conquista, y en la que cada vela significa la luz para las ánimas solas.
"La palabra Xantolo fue introducida al náhuatl por la deformación de la frase latina, Festiumominum Sanctorum, que quiere decir, fiesta de Todos los Santos", se informa dentro de esta ofrenda, en donde, durante tres días, se ofreció café, bocoles y carnitas a los visitantes de esta fiesta.
Los amigos se abrazaron en cada selfie que se tomaron para dar muestra de su presencia en esta fiesta que tiene el espíritu indígena, "en el que la filosofía de que todo nacimiento es felicidad", tal como explicó Florencio Hernández Dolores, de asuntos indígenas de San Felipe Orizatlán.
A pesar de sus dificultades internas, la comunidad de Huitzotlaco, del municipio de Atlapexco, también olvidó sus diferencias para celebrar la bienvenida de sus difuntos, la grandeza de su paisaje, de su gente adulta que ofrendó a sus muertos el humo del copal, de sus alimentos y de su chocolate caliente.
"Cada familia del comité ciudadano entregó 30 tamales y somos 40 los que lo conformamos", expresó María, mientras repartía el chocolate caliente y los tamales a las más de 200 personas que asistieron a vivir Xantolo.
"Tenemos muchas bonitas tradiciones, las artesanías forman parte de todo, de la ofrenda, del recibimiento de cada alma que viene a visitarnos", expresó Clementina Díaz, vendedora de Chililico.
Las velas, llamadas ceras, son parte de la percepción del fuego de la Huasteca, "y esto es fascinante, es parte de las comunidades que están ligadas al cultivo de las abejas", explicó Juan Guzmán, quien también colocó su puesto de venta de velas frente a la entrada del mercado municipal.
Así, en cada rincón de la huasteca se vivió el Xantolo, "que es más que una fiesta, es volver a compartir con las almas, con los que se fueron, es dar un pedazo del corazón en el alimento, es el orgullo de tus raíces, de lo que es mi gente, mis abuelos, mis tíos, primos.
"Es dar el corazón porque así somos los huastecos, que nos salen ricos los tamales, a nosotros nos gustan, y puedo asegurar que es el chocolate más rico que probarán, porque el amor es la receta mágica, como mágico es Xantolo, porque es unión, amor y reencuentro de los vivos con los muertos, y aquí los estamos esperando ya", expresó Aida Hernández, quien aplaudía la llegada de la familia, a la tumba de su mamá, quien regresará esta dos de noviembre "para deleitar de sus panes de muerto y el chocolate caliente", concluyó.