El 19 de septiembre México cumple el doloroso aniversario de una de las tragedias más devastadoras de toda su historia. El terremoto de 1985 estremeció el centro del país; desde entonces, las cosas se separan en antes del temblor y después del temblor. El recuerdo, a pesar de los años, sigue vivo. Se trata de “la constancia del valor de una ciudad que cayó y se volvió a levantar”, en palabras de Elena Poniatowska

El 19 de septiembre México cumple el doloroso aniversario de una de las tragedias más devastadoras de toda su historia. El terremoto de 1985 estremeció el centro del país; desde entonces, las cosas se separan en antes del temblor y después del temblor. El recuerdo, a pesar de los años, sigue vivo. Se trata de “la constancia del valor de una ciudad que cayó y se volvió a levantar”, en palabras de Elena Poniatowska

CRÉDITOS

Fuente: “Nada, nadie”, de ELENA PONIATOWSKA, “1985, el año del temblor”, por JACOBO y ABRAHAM ZABLUDOVSKY, “Escombros y Semillas”, de OCTAVIO PAZ, Fototeca Milenio, Protección Civil de CdMx | Información: LENINA RAMOS, KATHIA MARTÍNEZ y ABRAHAM FLORES | Programación: JUAN NAVA | Infografía: ARTURO BLACK FONSECA

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MILENIO DIARIO 2025

▼ AVANZA  ▼

La Ciudad Despierta

El entonces Distrito Federal amaneció como siempre, nada distinto. La mañana era fresca, la mayoría de la gente estaba en sus casas o en camino al trabajo, o a la escuela, en sus actividades diarias.Fue el principio de los 90 segundos que cambiaron la historia de la capital, de su radio hablada, de su vida nocturna, etcétera.

Destrucción inaudita.

El Origen Remoto

Bajo las aguas de la costa de Michoacán y Guerrero, cerca de la desembocadura del río Balsas a 15 km de profundidad, la energía resultante de la subducción entre las placas de Cocos y la Norteamericana liberan una energía de 8.1 grados.

  La energía liberada por el temblor equivale a una explosión
de 6 millones de toneladas de TNT.
 

La Onda Silenciosa

Durante casi dos minutos, las ondas sísmicas viajan a 7 km por segundo, apuntando a un destino vulnerable: el Valle de México.

La tierra grita...

Cuando estas ondas se aproximan al lecho de la CdMx, se transforman, cambian y destruyen...

El Despertar Violento

7:19 AM. Lourdes Guerrero –sustituyendo al periodista Guillermo Ochoa– en el programa Hoy mismo, alcanzó a decir: “Está temblando … está temblando un poquitito… no se asusten…”

La tierra rugió.

Los cimientos de la ciudad se sacuden. Los movimientos (oscilatorio y trepidatorio) impactan los cimientos de cientos de edificios, sin preparación para soportar estas fuerzas físicas.

La Ciudad en la Memoria del Lago

Esa mañana las transmisiones de la televisión en México pararon durante horas. Hacer una llamada era una hazaña; hacer una de larga distancia, un milagro; marcar al extranjero, imposible.

El silencio llegó...

El lecho blando del valle, formado por arcillas y sedimentos de lo que fue el lago de Texcoco. Cuando las ondas sísmicas viajaron desde la costa, llegaron al subsuelo de la capital y se amplificaron al pasar por ese terreno fangoso y saturado de agua. Además, quedaron atrapadas entre las montañas que rodean la cuenca, rebotando una y otra vez como ondas en una bandeja.

El Silencio...

El último retumbo se desvaneció, dejando a su paso un silencio denso, pesado, cargado de polvo y incredulidad. Era un vacío de sonido que aullaba más fuerte que el temblor mismo. En ese silencio fracturado, entre el crujir lejano de estructuras heridas, se empezaron a escuchar otros sonidos. No eran sirenas.

Eran las manos...

Gigantes de Concreto Caen

Al norte de la ciudad, Tlatelolco revivió la desgracia. El edificio Nuevo León, de 14 pisos, colapsó. De regreso al centro, otro multifamiliar, el Juárez, quedó en ruinas. Cerca de ahí, parte del Hospital General es escombros, y al lado,el Centro Médico –único en América Latina–, estaba por caer.

En el centro de la ciudad, polvo, aire con olor a muerte, tierra abierta y fuego.

La Crónica del Caos

Ante el silencio, periodistas como Jacobo Zabludovsky narraron la tragedia desde las calles, convirtiéndose en los ojos del mundo.

Tengo la tristeza de decir que estoy en presencia de uno de los más grandes desastres que he visto en la historia de la Ciudad de México desde que nací en ella".
Jacobo ZabludovskyPeriodista y conductor de 24 Horas

Ruinas tapizan la ciudad, los muertos que dejó el temblor fueron agrupados en el parque del Seguro Social para el peregrinaje de buscar el cadáver de un ser querido.  

Opacidad en la información y falta de respuesta inmediata de las autoridades locales y federales; sin comunicación telefónica, escasez de agua y alimentos, sin resguardo para los damnificados…

Miles simplemente perdieron sus trabajos.

De la nube de polvo surgieron las brigadas de rescate: picos, palas, cubetas, grúas, tractores, todo sirvió. Los ciudadanos enfocaron sus esfuerzos en ayudar.

Unos quitaron escombros, otros rescataron cuerpos, algunos trasladaron heridos; unos más prepararon alimentos, otros buscaron medicinas, otros ofrecieron hospedaje, otros llevaron mensajes. Junto con los bomberos, surgieron nuevos héroes: comerciantes, médicos, oficinistas, taxistas, todos convertidos en “los topos”.

RÉPLICA

El cielo aún olía a polvo y angustia.

La Ciudad de México, herida en su alma y su luto, intentaba incorporarse entre los escombros de aquel septiembre brutal de 1985.

El terror inicial había dado paso a una resignación agotada, a un duelo silencioso que se mezclaba con el crujir de las grúas y los murmullos de los rescatistas. La pesadilla, se pensaba, ya había pasado.

EL SALDO

Fue una de las frases que varias generaciones de mexicanos se aprendieron de memoria como parte de las principales acciones para prevenir y estar alertas en caso de un terremoto.

NO CORRO, NO GRITO, NO EMPUJO

Fue una de las frases que varias generaciones de mexicanos se aprendieron de memoria como parte de las principales acciones para prevenir y estar alertas en caso de un terremoto.

Antes, el miedo llegaba sin aviso: un rugido súbito, el piso que se abría.
El 85 nos dejó una lección escrita en escombros: la necesidad de un grito que llegue antes que el temblor.

1989

Nacimiento del SASMEX

El CIRES desarrolló el Sistema de Alerta Sísmica de la Ciudad de México (SASMEX).

1991

Inicio de Operaciones

Comenzó a operar con 12 estaciones sísmicas en la costa de Guerrero.

2010

Expansión de Cobertura

La cobertura se expande a Jalisco, Colima, Michoacán, Puebla y Guerrero.

2012

Consolidación de la Red

Se alcanzan 96 sensores sísmicos instalados a lo largo de la costa del Pacífico.

2015

Alerta en Altoparlantes Públicos

El sonido oficial de la alerta sísmica es difundido por los altoparlantes del C5 en la CDMX.

Los avisos de la alerta sísmica son recibidos por la población de:

Tiempo de oportunidad: de 20 hasta 120 segundos. Depende de la distancia entre el sitio de inicio y la ciudad, a más distancia, mayor tiempo de anticipación.

Una de las mayores enseñanzas del sismo de 1985 es que hay más conciencia sobre cómo prevenir un desastre; la cultura de Protección Civil  se ha convertido en un área específica de los gobiernos de cualquier nivel

PUEBLO DE ESPERANZA Y RESISTENCIA

Y al final, no quedó el silencio. Quedó la memoria.
Quedaron las manos desgastadas y los nombres tatuados en el corazón de una ciudad que aprendió, a fuerza de escombros, que su cimiento más firme no era de concreto, sino de gente.

El miedo no se fue… pero se volvió valor.
La pérdida no se olvidó… pero se transformó en legado.

Porque sabemos que la verdadera fuerza no cae del cielo:
sale de entre las grietas,
se levanta entre los escombros,
y late en el pecho de quien, hoy como ayer,
extiende la mano sin preguntar a quién levanta.

La solidaridad se volvió costumbre.
Y la esperanza, un acto de resistencia

Y se volvió a poner a prueba…