El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Tamaulipas ha intervenido en más de 800 casos relacionados con personas adultas mayores en lo que va del año, la mayoría están vinculados con abandono y falta de atención familiar.
El caso de Nilda Perales Ramos, mujer de la tercera edad que apareció abandonada en una silla de ruedas a la orilla de una carretera en el municipio de Matamoros, y que al parecer había sido drogada para que quedara inconsciente, puso en la mesa y en el ojo público la situación que viven muchos adultos mayores en Tamaulipas.
Se estima que al mes el Sistema de DIF está atendiendo por lo menos 25 casos de total abandono, sin embargo que los dejen viviendo solos y a su suerte no es el único problema que enfrentan las personas mayores, pues a veces aunque estén con sus familiares sufren una falta de atención que les genera problemas psicológicos y también de salud.
“Tristemente el reporte mayor en las procuradurías, son situaciones de abandono por parte de la familia, porque no todos están en situación de calle o abandono total, normalmente tienen familia, pero la familia no se hace responsable de apoyarlos”, ha dicho la Directora del DIF Tamaulipas, Patricia Eugenia Lara Ayala en reiteradas ocasiones.
La funcionaria estatal, explicó que en muchas ocasiones el argumento de los hijos o demás familiares de los adultos mayores, se relaciona a problemas familiares en el pasado.
“La Procuraduría se encarga de atender este tipo de casos para poder llevar a cabo una intermediación entre ambas partes, tanto la familia, los hijos que ahora son adultos también y en ocasiones también adultos mayores, hijos de estos adultos mayores, entonces es una situación que normalmente implica la falta de atención por parte de la propia familia hacia el adulto mayor”.
En lo que va del año se han atendido a 800 adultos mayores, a las que se les ha brindado apoyo en áreas jurídica, psicológica y de trabajo social.
“Nos demandan recursos, medicamentos, entonces en la Procuraduría es normal, que tengamos un reporte de este tipo, porque en ocasiones los adultos mayores no reciben el apoyo de la familia que deberían, y que con justicia merece un adulto mayor”, ha explicado la funcionaria.
Un caso más
Sobre una banca del Centro Histórico de Tampico, está acostado un hombre, es un adulto mayor que eligió una banca de la plaza Hijas para estar acostado y sufrir su enfermedad, la cual ya le generó gusanos en el vientre y ámpulas en las piernas.
Los policías le dijeron que se fuera a casa porque está en la calle a vísperas de la Navidad, son los elementos que están a bordo de bicicletas. “¿Sabe qué le van a hacer al Chaparro?” Y les responden que va a acudir personal del DIF de Tampico.
Funcionarios de la Procuraduría del DIF Tampico llegaron al lugar, acompañados de personal de atención médica. Lo valoró una joven doctora, notó el estado de sus piernas, de su vientre y notó que había lesiones considerables por alguna enfermedad.
Los testigos, quienes trataron de ayudarlo, afirmaron que había gusanos en sus heridas, porque por lo menos un par de días ya tenía en dicha banca. Se llama Francisco Hernández Acosta y es entrevistado por el personal de la Procuraduría del DIF Tampico, dice que tiene problemas con su familia, así que no quiere ir a ningún lado.
Prefiere estar acostado en la banca, con moscas a su alrededor y en donde parece ser que pasa mucho tiempo, porque el hombre de 62 años es reconocido por los comerciantes cercanos, como el que vende trolelotes, quien aseguró “el antes se dedicaba a sobar”.
El adulto mayor no quiso ser trasladado al Hospital General de Tampico “Dr. Carlos Canseco”, no se quería despegar de esa banca del Centro Histórico, en donde la gente que pasaba se le quedaba viendo.
Fue trasladado a las instalaciones del DIF de Altamira para su aseo y atención médica, para seguir su tratamiento y con la finalidad de encontrar a sus familiares, porque Don Paco, aseguró que su familia está en la urbe industrial.
También son despojados de sus casas y recursos económicos
En Tampico, el Instituto de la Mujer ha reportado que en un año 40 adultos mayores han denunciado que fueron víctimas de despojo de algún terreno o casa, la mayor parte de los casos por parte de un familiar, inclusive hasta sus propios hijos.
De acuerdo a los casos que se han atendido muchas veces las personas de la tercera edad son víctimas de engaños, así que firman documentos para ceder los derechos de su patrimonio.
La Delegación Regional de Programas Sociales en Tampico recibe cuando menos 4 quejas mensuales, donde familiares o conocidos de adultos mayores retienen ilegalmente las tarjetas de la Pensión Bienestar o bien el dinero, lo que ha generado que la Secretaría de Bienestar en Tamaulipas haya tenido que tomar medidas.
Rodolfo Ángel Rodríguez Bojórquez, delegado regional, explicó que la dependencia federal no tiene facultades judiciales, pero se vieron obligados a determinar protocolos de acción para combatir estos casos: la cancelación de la tarjeta comprometida, es una de ella, reposición y entrega de una nueva que se entrega de forma directa para el beneficiado.
Para ello es necesario que la persona afectada acusa a denunciar la situación, pero también lo puede hacer mediante una llamada telefónica, a la Línea del Bienestar, disponible las 24 horas en el número 800 639 4264, para recibir orientación sobre cómo proceder y proteger su derecho.
Cabe señalar que también se pueden hacer denuncias que estén enteradas de la situación, para que las autoridades hagan una investigación.
Las sanciones por abandono
En el Código Penal para el Estado de Tamaulipas, el abandono de personas, que incluye a adultos mayores incapaces de cuidarse por sí mismos, está tipificado y sancionado con penas de prisión.
El Artículo 362 define que comete este delito “el que, teniendo obligación de cuidarlos, abandone a un menor, a una persona enferma o adulta mayor incapaces de cuidarse a sí mismos”.
De acuerdo con el Artículo 363 del mismo Código, a quien comete el delito se le impondrá prisión de uno a 4 años si no resulta daño alguno, así como de uno a 5 años si resulta algún daño como consecuencia del abandono.
Además, el Código contempla agravantes y efectos adicionales en casos particulares (por ejemplo, si el responsable es tutor o ascendiente).