Con la finalidad de garantizar igualdad real y evitar discriminación, la diputada local Diana Rangel Zúñiga propuso una iniciativa para ampliar a cinco años el periodo de la próxima gubernatura que actualmente es solo de dos años, luego de la iniciativa para que los partidos políticos postulen candidatas en dicha elección con tal de garantizar que por primera vez una mujer sea la titular del Poder Ejecutivo.
La iniciativa consiste en que la titular del Poder Ejecutivo que resulte electa el primer domingo de junio de 2028 durará en su encargo cinco años, por lo que tomará posesión el 5 de septiembre de dicho año y lo concluirá el 4 de septiembre de 2033.
Advierte sobre el riesgo de una nueva forma de discriminación con una gubernatura acortada de dos años en 2028 destinada para mujeres, mientras que en 2030 se pudiera dar el caso de que el cargo sea ocupado por un hombre cuyo periodo sería de seis años, derivado de una reforma electoral para empatar los comicios federales con los locales.
“La reducción del periodo de ejercicio exclusivamente cuando corresponde a una mujer envía un mensaje simbólico y material de desvalorización del liderazgo femenino, al reproducir patrones de exclusión bajo una nueva forma normativa”, señala.
Por tanto, la iniciativa propone reformar el artículo 62 de la Constitución Política de Hidalgo para establecer que la titularidad del Poder Ejecutivo en el estado se rija bajo el principio de paridad de género. Busca asegurar que si en un proceso electoral determinado un hombre fue electo para ocupar el cargo de gobernador, en el siguiente periodo electivo inmediato sean postuladas exclusivamente mujeres.
Argumenta que en Hidalgo nunca ha habido una mujer gobernadora en más de cien años de historia constitucional, lo que evidencia un patrón de exclusión histórica que debe corregirse mediante medidas afirmativas y leyes eficaces, razonables y proporcionales.
Además, esta reforma consolidaría a la entidad con un modelo electoral paritario y democrático, que garantice el acceso real y efectivo de mujeres al cargo del Poder Ejecutivo, pues representaría una respuesta institucional legítima y necesaria frente a décadas de subrepresentación.
