Los vecinos de la comunidad de Las Jícamas no querían salir de sus viviendas la mañana de este domingo por el temor que aún sienten, tras la noche de terror que cimbró la localidad, donde se escucharon las ráfagas de balas que terminaron con la vida de 7 personas.
Este multihomicidio, en una comunidad que parece un pueblo fantasma, hizo que este domingo el silencio generara hasta eco en las calles.

"Da miedo (salir). No se vaya a soltar otra balacera y por andar nosotros mirando, mejor no salimos", aseguró una vecina de la localidad, quien narró junto con su esposo que escucharon la ráfaga de balas una noche antes.
“Se oía la tronadera. Nomás la tronadera. Se oía un puño, y luego otro, y luego un puñazo y luego otro, y ya no más, ya estaba como queriendo oscurecer. Nosotros nada más escuchamos como un sonido de hartos (balazos) así y luego otro pilo (de balas) y ya. Pero todos juntos. No supimos ni cuántos, nomás eso fue lo que escuchamos acá adentro, pues traen buenas armas, eh”, platicaron habitantes.
Esta pareja de ‘abuelitos’ vive a media cuadra de la cantina Las Brujas, donde ocurrió el multihomicidio, y dijeron que pensaron que eran cohetes, por lo rápido que tronaban.
“Ahí se juntaba una bola de amigos. Es una cantinilla. Cerquita se oyó de aquí donde estábamos. Ya nosotros ya ni salimos. Dijo este: ¿qué sería? Dijo: sabe. Dijo este que eran cohetitos”, comentaron.
Con miradas de temor, los pocos habitantes que caminaron la mañana del domingo por las calles comentaron que, desde hace tres años, se empezaron a ver hechos violentos que antes no se vivían en la comunidad. A lo mucho, registraba robos en casas, pero asesinatos nunca.
“No habían pasado de esas cosas, ahorita de esas cosas no. Ni de muertos aquí han aparecido. Aquí cerca no había pasado eso. Era una comunidad tranquila”, aseguró otro ciudadano.
Generalmente, esta comunidad parece estar abandonada porque la mayoría de sus habitantes migran a Estados Unidos, pero este domingo, aunque sí había personas, no salían de sus casas tras esta masacre.
Eran pocos los que querían hablar del hecho, por temor a represalias, ya que es una comunidad donde todos se conocen.